Embajador en Honduras llegó a Haití para investigar asesinato de sargento
Rodrigo Pérez Manríquez arribó el jueves al país caribeño.
Permanecerá durante 10 días como fiscal para indagar la muerte de Guillermo Arévalo.
El embajador de Chile en Honduras, Rodrigo Pérez Manríquez, llegó a Haití para investigar el asesinato del sargento de la Armada, Guillermo Arévalo, que murió por disparos durante la madrugada del pasado domingo en Puerto Príncipe.
Una fuente de la embajada de Chile en Haití confirmó a EFE la llegada del diplomático, quien permanecerá en el país caribeño durante 10 días como fiscal de Relaciones Exteriores.
El suboficial, de 44 años, quien se desempeñaba como asistente de la Agregaduría de Defensa de la Embajada de Chile en Haití, falleció tras ser asaltado y recibir cuatro impactos de bala en su abdomen y brazo a las puertas de un restaurante en Puerto Príncipe, la noche del sábado al domingo.
La fuente citada indicó que Pérez Manríquez permanecerá durante 10 días en Haití y que su objetivo es determinar si alguien de la embajada está relacionado con el asesinato, si bien no está previsto que trabaje con la Policía.
Según un comunicado difundido el martes por la Cancillería chilena, Pérez Manríquez deberá colaborar también "en todo lo que sea necesario" con el fiscal designado por el ministerio de Defensa, el contralmirante Rodrigo González.
El cónsul chileno en Puerto Príncipe, Diego Rivera, reveló el miércoles que estuvo con Arévalo y otro compatriota en el bar "Jet Set" la noche que el militar fue asesinado a tiros por desconocidos.
Según la clasificación que realiza la ONU de varios lugares en Haití -distingue entre "prohibido", "no recomendable" y "normal"-, el bar entra en la categoría de "no recomendable" y se encuentra en una zona donde es habitual el comercio sexual.
El incidenteLos tres chilenos estuvieron en el bar hasta las 02:40 hora local, cuando el diplomático y su amigo empresario abandonaron el lugar, donde se quedó el militar.
Rivera aseguró que no supo nada más del sargento hasta pasadas las 04:30 hora local, cuando salió de nuevo y halló en un vehículo de la embajada a Guillermo Arévalo, que estaba herido y sangraba del torso, por lo que le llevó a un hospital, donde falleció una hora después.
Fuentes cercanas al caso desmintieron la versión del cónsul y aseguran que éste y su amigo permanecieron toda la noche en el bar 'Barak' y que se encontraron al militar malherido cuando salían del local.