Sutherland y el caso "Contacto": Pensé en renunciar, pero me dijeron que las cosas iban a cambiar
Conductor de "En su propia trampa" manifestó confianza en seguir haciendo "un periodismo independiente".
Defendió que el programa de denuncia esté enfocado "en el pinganilla de la esquina" y no en los "peces gordos".
El periodista y conductor del programa "En su propia trampa", Emilio Sutherland, contó a Una Nueva Mañana que analizó la posibilidad de abandonar Canal 13 cuando se presentó el conflicto por "Contacto", pero finalmente optó por quedarse ya que se le entregaron las garantías de ejercer un periodismo sin presiones.
Sutherland señaló que "este es un tema lamentable y doloroso que yo quisiera mantenerlo en reserva. Conversé con todas las personas que tenía que conversar en el interior del canal y decidí seguir porque confío en la independencia que damos a los periodistas dentro de Canal 13. Aquí hay que cumplir el refrán de que 'los trapitos sucios se lavan en casa'".
"Todas las cosas que pensaba y que en algún momento me hicieron meditar seriamente si continuaba, ya las conversé. Estoy confiado en que podremos seguir haciendo un periodismo independiente como el que yo busco", agregó.
Además planteó que "obviamente como todos los rostros asumimos las cosas positivas y negativas de presentar un programa. En este caso lo medité, pensé en algún momento en renunciar", pero estableció un diálogo con los altos mandos del canal "y se me dieron todas las seguridades y certezas de que la cosa iba a cambiar".
"El pinganilla de la esquina"
Ante la reiterada crítica de que "En su propia trampa" sólo se ha dedicado a exponer a delitos pequeños, Emilio Sutherland defendió que el programa está "pensado en el sinvergüenza, en el pinganilla de la esquina, el delincuente menor. Para esos poderosos está pensado Contacto, Informe Especial y El Diario de Cooperativa".
En ese sentido, "atacamos a esas pirañitas que están a la vuelta de la esquina, que causan mucho daño. Y sabes, las pirañas pueden devorar a alguien y pueden provocar un mal terrible a muchas personas (...) Puede que sean peces chicos, pero si unimos a todas las pirañitas que atacan al común de la gente todos los días, sus efectos pueden ser mortales".