Universidad del Mar vive éxodo de alumnos a dos meses de estallar el escándalo
Cooperativa conversó con estudiantes y funcionarios del plantel, que acusaron una alta incertidumbre ante el futuro.
"El tiempo y la plata que se perdió da rabia, pero es mejor salir que quedarse", dijo una de las afectadas.
A dos meses de estallar el escándalo en la Universidad del Mar, desatado por la renuncia del rector Raúl Urrutia, que acusó que los controladores del plantel retiraban ganancias a través de inmobiliarias en lugar de pagar los sueldos y cotizaciones previsionales de los funcionarios, los alumnos del plantel viven un alto grado de incertidumbre y son varios los que ya han optado por retirarse, aún resignándose a perder el tiempo y el dinero invertido.
Tras la denuncia el ministro Harald Beyer advirtió la posibilidad de que el plantel pierda la autorización para seguir funcionando si se comprueba la ocurrencia de lucro, se ordenó además una auditoría financiera y de calidad sobre la casa de estudios y se puso en marcha una investigación judicial por lavado de activos que incluyó la incautación de computadores e información contable.
Más de 200 estudiantes interpusieron también una querella contra los controladores por estafa, y en medio de todo el proceso, los alumnos miran con desazón la falta de soluciones y la poca claridad sobre su futuro: "Estamos como desamparados", explicó a Cooperativa Paulina Barría, estudiante de segundo año de la carrera de Enfermería en la sede de Maipú de la U. del Mar, que no aguantó más y decidió cambiarse.
"No sabemos para donde vamos", señaló la alumna, que afirmó además que "muchos profesores se están yendo por el cese de sus pagos".
Investigaciones académicas y judiciales están en curso para definir el futuro de la entidad. (Foto: UPI) |
Con todo, "muchas universidades a donde vamos a preguntar (para cambiarse) nos cierran las puertas" y "lamentablemente hemos tenido que seguir cancelando para poder retirar documentos: nos siguen cobrando hasta para retirar el último papel, y lamentablemente mucha gente no tiene dinero para hacerlo y tiene que continuar ahí", contó Barría.
Verónica Low, estudiante de Medicina en la sede Punta Arenas es otra alumna que optó por renunciar: "Me da lata dejar la universidad también, porque voy en tercero y el arancel vale dos millones y medio y mis viejos tampoco tienen la plata para volver a empezar de cero", confesó, señalando que quienes han tomado esta decisión sufren una "doble presión".
"Tienes por un lado la presión familiar y por otro lado tienes la presión que la universidad no te está dando lo que tu contrataste cuando ingresaste", según la estudiante.
"Yo trabajé tres años, me pagaba a medias con mi familia la universidad y este año deje de trabajar para enfocarme en los estudios y lamentablemente pasa esto. Estar cuatro años en una universidad donde uno ya tiene su gente, ya se adaptó a un método de estudio y el tiempo y la plata que se perdió da rabia, pero es mejor salir que quedarse", expresó Jordana Mardones, quien está en proceso de convalidación de ramos en otra universidad.
Los profesoresLos alumnos no son los únicos afectados en el actual panorama de la Universidad del Mar. Lo confirma el testimonio de Manuel Rodríguez, que llegó a trabajar al plantel en abril de 2010 para hacer el ramo de Metodología de la Investigación.
A inicios de julio, cansado por los incumplimientos contractuales, decidió renunciar acusando el adeudamiento de más de seis millones de pesos en cotizaciones.
"A mi me contrataron desde abril de 2010, pero a partir de agosto de 2011 comenzaron los incumplimientos. Desde entonces la Universidad del Mar nunca me volvió a pagar las cotizaciones previsionales. Además no pagó el seguro de cesantía, las cotizaciones de AFP, Fonasa", dijo Rodríguez.
En la Universidad "no sólo hay irregularidad según el Código del Trabajo, además hay apropiación indebida de dinero", acusó el docente.
César Guisado Aránguiz, presidente del sindicato de trabajadores de la sede de La Serena, comenta que "el mayor problema no se refiere tanto a los salarios de los sueldos de planta, sino que el pago de los salarios de los profesores a honorarios, que son la mayor cantidad de profesores".
"Nosotros, acá en La Serena, tendremos unos 100 profesores de planta y 300 profesores a honorarios, que están impagos desde el mes de abril, entonces hoy día se da la situación de que aunque los estudiantes retornen a clases, terminen su movilización, de todas maneras van a llegar a clases el lunes y no va a haber profesores, porque a los profesores no les han pagado".
En sedes como Antofagasta, Copiapó, Talca, Linares y San Fernando se está regularizando paulatinamente la situación de los docentes, señaló Guisado.
En el Ministerio de Educación señalan que a mediados de agosto deberían conocerse los resultados de la auditoría financiera y académica de la casa de estudios, momento en el cual los afectados por esta crisis podrán tener mayor claridad ante sus demandas.