Japón conmemora la tragedia atómica de Hiroshima 67 años después
"No debemos permitir que la tragedia se olvide", dijo el primer ministro nipón, Yoshihiko Noda.
En el primer ataque con un arma de este tipo murieron 80 mil personas.
La ciudad japonesa de Hiroshima recordó a las víctimas la primera bomba atómica al cumplirse 67 años de aquel ataque, en una ceremonia en la que se renovó el llamado por la paz, la no proliferación y la abolición de las armas nucleares.
Decenas de miles de personas se congregaron a primera hora del lunes en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima, donde a las 08:15 hora local (19:15 horas del domingo en Chile; 23:15 GMT), varias campanadas y un minuto de silencio marcaron el momento en que la ciudad sufrió el primer ataque nuclear de la historia y quedó reducida a cenizas.
Se calcula que la bomba "Little Boy" lanzada por EE.UU. acabó de forma inmediata con la vida de unas 80.000 personas, aunque para finales de 1945 los muertos se elevaban a unos 140.000 y las víctimas por la radiación en los años posteriores fueron muchas más.
"No debemos permitir que la tragedia se olvide", afirmó durante la ceremonia el primer ministro nipón, Yoshihiko Noda, quien insistió en que Japón, único país que ha sufrido un ataque atómico, debe liderar el debate internacional sobre la no proliferación y el desarme nuclear.
Mirada en Fukushima
Noda también se refirió al desastre que el año pasado sacudió la central nuclear de Fukushima y que mantiene aún a decenas de miles de personas evacuadas por la radiactividad, y aseguró que el Ejecutivo hará "todo lo posible" para descontaminar la zona a fin de que los desplazados puedan retomar sus vidas.
Además, reiteró que su Gobierno llevará adelante una política energética encaminada a reducir la dependencia de las centrales nucleares y garantizar una seguridad energética a largo plazo.
La ceremonia tuvo lugar en un momento en que el debate nuclear en Japón se ha reavivado a raíz del accidente de Fukushima, el más grave desde el de Chernóbil en 1986, desatado por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011.
Entre los asistentes a la ceremonia estuvieron representantes de 71 países, entre ellos el embajador de EE.UU., John Roos, y los de otras naciones con arsenal atómico, como Francia y el Reino Unido.