Gobierno se jugó su última carta en la reforma tributaria
La modificación permite recaudar 50 millones de dólares más.
El proyecto será votado este martes en el Congreso.
A sólo horas de que comience la votación sobre el proyecto de reforma tributaria este martes, el Ejecutivo, luego de reuniones de última hora, decidió reformular nuevamente su propuesta, tras ser cuestionada por parlamentarios de la oposición e incluso desde los propios partidos de Gobierno.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, explicó que en un "nuevo esfuerzo" se decidió limitar un poco más la rebaja impositiva sobre las personas, quedando fuera de este beneficio los ministros, parlamentarios y todos aquellos que reciban un sueldo mensual superior a seis millones de pesos, y no nueve como se había propuesto en un principio.
"El acuerdo al que ha llegado el Gobierno es de no diferenciar el último tramo de la escala de impuesto a la renta y mantener la tasa de 40 por ciento en este tramo, aproximadamente seis millones de pesos", explicó.
Los cambios permitirán al Estado recaudar alrededor de 50 millones de dólares más de lo que se conseguía con la propuesta inicial.
Incertidumbre
Sin embargo, aún existe incertidumbre ya que, en la antesala, varios parlamentarios amenazaron con rechazar el proyecto si no se acotaba aún más la rebaja a los impuestos de segunda categoría, en un orden mayor de lo propuesto finalmente por el Ejecutivo. Fue el propio diputado RN Joaquín Godoy, quien consideró este lunes que esta rebaja debía tener un límite en quienes ganen cerca de tres millones de pesos mensuales.
Sin embargo, el presidente de su tienda, Carlos Larraín -con quien Joaquín Godoy ha tenido varios encontrones en el pasado-, advirtió que "sería raro que los parlamentarios de Renovación Nacional no estuvieran muy contentos con el desarrollo de este proyecto. Quienes se opongan, no van a tener mucha manera de justificar su negativa, hemos quitado toda la paja que podía tener, nos hemos quedado con el grano".
En tanto, desde la oposición el diputado DC, Pablo Lorenzini, tomó nota de esta recaudación mayor, la que en estricto rigor sólo significará un alza para el año 2013, superando los 1200 millones de dólares, pero bajará el 2014 y los años siguientes cuando sea otro el Gobierno que esté al frente, lo que le pareció curioso.
"Cosa curiosa, el 2013 tenemos elecciones. No vamos a tolerar que estas platas vayan para la campaña presidencial", advirtió.