Presidente francés cumple 100 días en el poder rodeado de incierto ambiente

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Autor: Cooperativa.cl

François Hollande tiene una popularidad que ronda el 50 por ciento, pero los ciudadanos afirman tener pocas expectativas ante su gestión.

Su actuación ante la crisis económica y el conflicto en Siria le ha valido críticas de su antecesor, Nicolas Sarkozy.

El presidente de Francia, François Hollande, cumple este martes sus primeros 100 días en el poder, con su popularidad levemente mermada por las dudas sobre su capacidad de afrontar una crisis que se está mostrando más profunda que el escenario contemplado oficialmente.

Hollande cumplió el domingo 58 años, que celebró en medio de unos días de vacaciones.

Aunque su nivel de popularidad es aceptable, de 55 por ciento, según la última de las encuestas periódicas del instituto demoscópico TNS Sofres, frente a otro estudio de Ifop para el diario conservador Le Figaro, que muestra que un 51 por ciento de los consultados están descontentos con su acción en estos tres últimos meses, y un 46 por ciento satisfechos.

De cara al futuro, ese escepticismo queda corroborado con un 51 por ciento de los franceses que no tienen confianza en él para encontrar soluciones a la crisis de la zona euro con los otros países de la moneda única, un 60 por ciento que lo ve incapaz de reducir la deuda y el déficit público y un 62 por ciento que no espera que luche eficazmente contra la inmigración clandestina.

El jefe del Estado francés, que ayer celebró su 58 cumpleaños en el Fuerte de Bregançón, en la Costa Azul, en el sureste de Francia, donde pasa unos días de vacaciones, podría volver a París a finales de semana para preparar el primer Consejo de Ministros tras la pausa estival el próximo 22 de agosto.

Incertidumbres futurasPero antes de eso se conocerá una cifra que va a pesar sobre su acción en los próximos meses, y en particular sobre la posibilidad de ajustes: los datos del Producto Interno Bruto (PIB) del segundo semestre, que se hacen públicos mañana miércoles.

Las perspectivas no son buenas, sobre todo porque la semana pasada el Banco de Francia en sus previsiones indicó que el país está entrando en recesión este verano, ya que ha calculado que el PIB bajó una décima en el segundo trimestre y hará otro tanto en el tercero.

El Gobierno francés tuvo que corregir a la baja sus previsiones económicas a comienzos de julio tanto para este año (espera un crecimiento del 0,3 por ciento en lugar del 0,4 por ciento) como para el próximo (subida del 1,2 por ciento frente al 1,7 por ciento anteriormente).

Si se confirman los augurios del Banco de Francia, el Ejecutivo probablemente tendrá que volverlas a modificar y traducirlo en medidas de ajuste que desafiarán las promesas electorales, y en particular la de hacer reposar los esfuerzos sobre los más ricos, que ha sido la línea en las decisiones tomadas antes de las vacaciones.

Hollande encuentra también una oposición de la derecha que se reaviva, con críticas cada vez más directas a su acción, en el conflicto sirio, la semana pasada por boca de su antecesor en el cargo, Nicolas Sarkozy, y hoy del ex primer ministro, François Fillon.