Rusia se opuso a salida de observadores desde Siria por recientes atentados
Una bomba estalló cerca del hotel donde se alojaban.
Moscú afirmó que la misión es un arma disuasoria contra la violencia.
Rusia se opuso a la salida de los observadores de la ONU en Siria a causa del reciente incremento de la violencia después de que una bomba estallara la víspera cerca del hotel donde se hospedaban en Damasco.
"Apoyamos la continuación del trabajo de la misión de la ONU en Siria. No se puede poner fin a la presencia de la ONU, que es una importante fuente de información objetiva sobre el terreno", informó un portavoz de la cancillería rusa a la agencia Interfax.
Rusia insistió en que la misión de Naciones Unidas en el país árabe, cuyo mandato expira el 19 de agosto, es un arma disuasoria contra la violencia entre el Ejército del régimen de Bachar al Asad y los rebeldes.
"En las actuales circunstancias, la salida de la ONU de Siria tendría consecuencias muy negativas, no sólo para el país, sino para toda la región", señaló.
Al mismo tiempo, la fuente no descartó una modificación del formato de la misión que tenga en cuenta la situación a día de hoy en Siria, en referencia a que los observadores podrían recibir más facultades para mediar entre los combatientes.
Mandato de la misiónEl Consejo de Seguridad de la ONU mantendrá consultas sobre una posible ampliación del mandato de la misión, frente a la que son reticentes algunos países occidentales.
"Hay que reconocer que en el Consejo de Seguridad no existe por el momento una postura común. La adopción de la correspondiente decisión dependerá de si los miembros del Consejo logran alcanzar un consenso al respecto", apuntó.
Por su parte, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, llamó durante su visita a Bielorrusia a no sabotear los acuerdos alcanzados a finales de junio pasado en la conferencia internacional de Ginebra.
Lavrov se refiere al acuerdo entre los miembros del Grupo de Acción para Siria (China, Rusia, EE.UU., Francia, Reino Unido, Turquía, la Liga Arabe, la ONU y la Unión Europea) para la creación de un órgano de transición que integre a Gobierno y rebeldes.