Ximena Rincón: Aprobar esta reforma sería una burla

La senadora Ximena Rincón (DC) afirmó que aprobar la reforma tributaria impulsada por el Gobierno tal como está sería "una burla".

Mientras el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ha sostenido intensas negociaciones con algunos senadores de la oposición en busca de los votos que aprueben el proyecto que ya fue visado por la Cámara de Diputados, hay parlamentarios que mantienen su posición dura.

Rincón aseguró que "creo que es claramente una burla y parecería poco serio aprobar esta reforma. Mucha voluntad no veo, pero mantengo la esperanza. Queda toda esta semana por delante y espero que se genere un espacio para que el Gobierno reflexione en torno a lo que nos está pidiendo y podamos abrir un análisis serio".

Reuniones de Larraín

Larraín se reunió con los senadores DC Andrés Zaldívar y Hosaín Sabag y el primero de ellos afirmó que "la aprobación está condicionada a que la moneda haga concesiones".

El ministro también tuvo una cita con el presidente del PPD, Jaime Quintana, quien advirtió que "si el Gobierno insiste en la idea de mantener este engendro que es el incentivo tributario para la educación privada dentro de un proyecto que se supone busca recaudar más para el Estado, la verdad es que no nos queda más camino que rechazarlo".

Quintana agregó que "si el Gobierno entiende que el tema educacional no tiene nada que hacer dentro del proyecto y lo saca, posiblemente podría tener los votos para aprobar la idea de legislar y seguir adelante con el debate, en el entendido de que no es la gran reforma tributaria que el país espera".

El fantasma de Camila Vallejo

Y mientras el senador independiente Carlos Bianchi insistió en su rechazo a la propuesta y acusó al Gobierno de tener "una actitud sadomasoquista; que le produce placer que haya problemas, enfrentamientos, intranquilidad", el presidente de la UDI, Patricio Melero acusó a la Concertación de ceder a las presiones de la dirigenta estudiantil Camila Vallejo (PC).

"No sé si los que hacen esas críticas lo hacen por boca propia o por una presión del movimiento estudiantil. Están perdiendo su independencia y son cautivos de una presión estudiantil que ni siquiera los cotiza cuando les dan la razón, porque los siguen desacreditando", afirmó el líder gremialista.