Conozca los riesgos de ser vigilados por descargar material de BitTorrent
La mayoría de los espías son organizaciones para la protección de los derechos de autor.
No distinguen entre los que descargan con frecuencia y los usuarios nuevos.
Un reciente estudio en Reino Unido sugiere que cualquiera que descargue gratis lo último en música o cine de la página de vínculos BitTorrent podría estar siendo automáticamente vigilado.
A esa conclusión llegaron investigadores de la Universidad de Birmingham, que indican en su estudio que al descargar un contenido popular el sujeto puede ser rastreado en cuestión de tres horas.
Dijeron estar "sorprendidos" por la escala del control y dicen que los dueños de los derechos de autor del material podrían usar estos datos para rastrear descargas ilegales.
Sin distinción
Tres años llevó al equipo de científicos computacionales desarrollar un programa que actuara de la misma forma y con las mismas conexiones que la página para compartir archivos BitTorrent.
BitTorrent es un sistema para descargar archivos localizados en las computadoras muchos usuarios.
Según indicaron, su trabajo reveló que las firmas que controlan el tráfico de esta página no distinguen entre los que descargan con frecuencia y los usuarios nuevos.
"No tienes que ser un descargador en masa. Alguien que descarga una sola película es registrado también", dice Tom Chothia, quien lideró el experimento.
"Si el contenido estaba en la lista de los 100 más controlados, es rastreado en horas", apuntó.
Contenidos menos populares también son controlados aunque menos frecuentemente.
¿Quienes son esos espías?
El estudio identificó a unas diez firmas de control registrando contenido. Entre ellas, un puñado se identificaron como organizaciones para la protección de los derechos de autor, firmas de seguridad e incluso otros laboratorios de investigación.
Pero unas seis fueron más difíciles de identificar, ya que las compañías usaron a otras empresas para que hicieran las búsquedas por ellas.
Para qué quieren esa gran cantidad de datos no está claro, señaló Chothia.
"Muchas firmas simplemente acumulan datos. Ese control es fácil de hacer y los datos están ahí, así que piensan que quizás es mejor recopilarlo porque podría ser valioso en el futuro", explicó.
Algunas de las empresas llevando a cabo controles a gran escala han sido acusadas de vender los datos a los dueños de los derechos de autor con fines de mercadeo.
"Los datos muestran qué contenido es popular y dónde", dice Chothia.
Inútil en un tribunal
De acuerdo a los investigadores los llamados blocklist, (un sistema que usan aquellos que comparten archivos ilegalmente para evitar que rastreen sus computadoras) sirven de poco.
También se cree que aquellos que ostentan el derecho intelectual de las obras descargadas en Europa y en Estados Unidos estarían usando las direcciones de IP recopiladas por estas firmas para solicitar órdenes judiciales y obligar a los proveedores de internet a entregar las direcciones físicas asociadas.
Una vez consiguen las direcciones enviarían un escrito a los individuos reclamando una indemnización o advirtiendo de la posibilidad de una orden judicial.
Pero Chothia duda de que las pruebas recopiladas de esta forma sean suficiente ante un tribunal.
En ello están de acuerdo algunos abogados, quienes dudan de que una dirección de IP pueda ser usada ante la justicia en un litigio, ya que esas direcciones identifican la máquina empleada y no el individuo en particular que la utilizó para descargar archivos ilegalmente.