¿Por qué los pronósticos del tiempo se hacen con tecnología de los 90?

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Autor: Cooperativa.cl

Los satélites Metop son lo que más contribuyen a que los pronósticos de las próximas 24 horas sean acertados.

Estos objetos antiguos de medición son contradictoriamente modernos.

Aunque parezca una contradicción, es posible que un objeto sea antiguo y moderno al mismo tiempo. Ésta es la peculiaridad de algunos satélites para monitorear el clima. Y es que el costo de desarrollar estos sistemas espaciales es tan elevado que no queda otra opción que fabricarlos y venderlos por lote.

Imagen Así, los satélites quedan guardados en un depósito hasta que hace falta usarlos.
Esto quiere decir que una nave recién lanzada al espacio puede contener equipos construidos hace años.

Éste es el caso del la plataforma meteorológica europea más reciente, Metop-B. Es el segundo de una serie de tres satélites lanzados al espacio esta semana por el cohete Soyuz.

El primero, el satélite Metop-A, fue lanzado en 2006. La tercera plataforma, la Metop-C, probablemente no sea puesta en circulación antes de 2018.

Pero todos estos aparatos fueron hechos alrededor del año 2000 y los contratos industriales para su fabricación datan de los años 90.

Por eso no puedo dejar de preguntarme cómo algo tan viejo puede brindar servicios considerados nuevos.
De avanzada

Esto era lo que tenía en mente cuando fui a ver a una de las principales contribuciones británicas al programa Metop.

Se trata del Microwave Humidity Sounder (MHS, por sus siglas en inglés), uno de los ocho instrumentos meteorológicos a bordo de cada uno de los tres satélites Metop.

Un equipo de ingenieros británicos construyó estos objetos del tamaño de una lavadora para medir el contenido de agua en distintas altitudes, incluyendo el hielo atmosférico, la cubierta de nubes y la precipitación (lluvia, nieve y granizo y aguanieve).

Esta información es fundamental para los modelos de computadora que producen el pronóstico meteorológico diario.

El modelo del lote del MHS que me mostraron será lanzado al espacio 17 años después de haber sido fabricado.

Cuando lo vi, inmediatamente reconocí que se trataba de un objeto antiguo. Una placa en uno de los costados tenía el nombre del fabricante: Matra-Marconi Space. Es un nombre famoso que ya no existe.

Pero, insiste Ian Steward, director del proyecto, "el MHS era de avanzada en 1993 y sigue siendo de avanzada hoy día".

Controles

Para asegurarse de que sigan estando a punto, cada año el investigador los saca del depósito y verifica que todo esté en buen estado. Lo que no funciona, se puede cambiar fácilmente, dice.

Aunque el aparato tenga un aspecto un poco anticuado, Steward me asegura que los datos que provee son cruciales para las investigaciones de hoy día.

Una serie de estudios comparó las observaciones de los distintos dispositivos meteorológicos que se introducen en los modelos climáticos y halló que los satélites Metop son los que más contribuyen a que los pronósticos climatológicos de las próximas 24 horas sean acertados.

El impacto de esta información es inmenso. Piensen por un momento en la cantidad de vidas que se han salvado y en todos los daños materiales que se han evitado gracias a los pronósticos hechos con información del Metop.

Pero, naturalmente, con el paso del tiempo, se hace necesario dejar los instrumentos viejos atrás y reemplazarlos por dispositivos más modernos.

Justamente, ésta es la discusión que está teniendo lugar en estos momentos, aunque al igual que con los satélites Metop, todo lo que se haga, a partir de ahora, será producido en lote.

La cifra que se baraja para estos nuevos dispositivos que operarán entre 2020 y 2030 es de aproximadamente US$4.000 millones.

El costo recaerá en los estados miembro de la Organización Europea para la Explotación de los Satélites Meteorológicos (Eumetsat) que opera los Metop, y la Agencia Espacial Europea (ESA).

La industria británica está interesada en participar y le ha solicitado al gobierno, a través de la Agencia Espacial Británica, que le permita desarrollar el próximo MHS.

Éste se llamará MWS (siglas en inglés de MicroWave Sounder). Hará lo mismo que el MHS, pero mejor.

Según explica Brett Candy, investigadora de. Servicio Meteorológico Británico, el objetivo "es mejorar la precisión en las observaciones, esperamos también mejorar la resolución y agregar más canales para ver distintas capas de la atmósfera. Pero, en realidad, es una continuación del gran instrumento que tenemos hoy".