Los momentos clave del debate final en Estados Unidos
Barack Obama y Mitt Romney de enfrentaron por última vez antes de la elección.
Política exterior, economía y defensa fueron los puntos altos de la discusión.
Cuando la más reciente encuesta nacional registra un perfecto empate en la carrera por la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su rival republicano y ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, sostuvieron otro animado debate en torno a la política exterior.
Teniendo en cuenta lo apretado de las campañas y el efecto que han tenido los dos anteriores debates en el vaivén de la intención de voto, cualquier cosa que pasara en este encuentro, cualquier traspié, cualquier gesto o titubeo podría ser la gota que incline la balanza en favor de uno u otro candidato.
Estos fueron algunos de los momentos y elementos que pueden haber creado impresiones en el público.
Una mesa
El formato en el auditorio de la Universidad Lynn en Boca Ratón, Florida, cambió en esta ocasión. Los candidatos no estaban parados detrás de un atril ni ante un foro donde podían acercarse el uno al otro, pero estaban sentados alrededor de una mesa con el moderador. Esto le dio un tenor más calmado que en anteriores debates.
Una fecha histórica
En este día, hace 50 años, el presidente John F. Kennedy reveló al pueblo estadounidense que la entonces Unión Soviética estaba emplazando misiles con ojivas nucleares que podrían hacer blanco en las principales ciudades del país en cuestión de minutos. La situación desató una de las más difíciles crisis de política exterior en la historia y su aniversario enmarcó muy bien el tema principal de este debate.
La intensidad de Obama
Está claro que el presidente lleva cuatro años resolviendo situaciones de carácter exterior y relacionándose internacionalmente y quiso demostrar esa diferencia entre él y Mitt Romney. "Usted no ha estado un una posición para ejecutar política exterior", le dijo a su rival. Romney contestó después de continuas críticas a su política "los ataques
contra mí no son una agenda de política exterior".
No obstante, el presidente mantuvo su firmeza y la imagen de que dominaba el tema mucho más que su rival. Se notó en su porte y lenguaje corporal y tuvo una mirada intensa sobre Romney durante todo el debate.
Economía, economía, economía
A pesar de que el tema específico de este tercer debate era la política exterior, los candidatos lograron darle la vuelta para subrayar sus mensajes sobre los asuntos más apremiantes para los estadounidenses y, entre esos, el más importante es la economía.
En dos oportunidades muy claras, cuando el moderador Bob Schieffer preguntó sobre liderazgo y luego cuando se refirió a la cuestión de China, ambos candidatos abordaron el estado de la economía de EE.UU. en ambos casos dedicando más de diez minutos a sus logros, planes y enfoque para generar empleo y crear oportunidades.
Llegó un momento en el que Schieffer interrumpió: "Déjenme retomar el asunto de política exterior". Aún así tomó un poco más antes de regresar al tema.
¿Insurgentes u opositores?
Romney se refirió a los grupos de oposición en Siria que están militarmente enfrentados a las fuerzas leales a Bashar al-Assad como "insurgentes". La palabra es un poco estridente para los oídos de diplomáticos y militares estadounidenses que usualmente reservan esa expresión para los rebeldes que se oponen a las acciones que EE.UU. apoya. Por ejemplo, la insurgencia en Irak es la que atentaba contra el gobierno respaldado por Washington tras la invasión a ese país.
Caballos y bayonetas
Mitt Romney propone aumentar el presupuesto militar en más de dos billones de dólares argumentando que ramas como la Marina tienen menos embarcaciones y naves que durante la Segunda Guerra Mundial. Pero Obama respondió que el ejército también tiene menos caballos y bayonetas y que las fuerzas armadas modernas ya cuentan con elementos modernos como portaaviones.
El comentario generó una leve risa entre el público -al cual se le pide que mantenga el decoro- que volvó a repetirse cuando Obama explicó que su equipo había visitado muchas veces la página internet -donde Romney expone su plan militar- y dijo que nada funciona.
América Latina, de pasada pero positivamente
El candidato republicano habló brevemente pero con mucho entusiasmo sobre América Latina, afirmando que la región ofrece magníficas posibilidades para un comercio que podría beneficiar a EE.UU. Comparó la economía de la región con la de China. "Las oportunidades allí son enormes. Tenemos la ventaja del idioma, de la misma zona de tiempo", comentó.
En cuestión de seguridad nacional, Romney criticó los comentarios de Obama de que estaba dispuesto a dialogar con "los peores actores en el mundo. Yo no me sentaré con Ahmadinejad (de Irán), ni con Chávez ni con Castro".
El presidente, por su parte, no mencionó el continente una sola vez, ni siquiera cuando se refirió a aliados por todo el mundo, en Asia, en Europa, en África. Pero dejó a América Latina por fuera.
La amenaza más grande
Para Barack Obama es la posibilidad de otro ataque terrorista. Para Mitt Romney es un Irán con armas nucleares.
"Todos amamos a los maestros".
Con esa frase Bob Schieffer interrumpió la conversación sobre la educación para concluir el debate y otorgarle a cada candidato dos minutos para cerrar su participación.