Andrea Molina: Trabajaría por Golborne si me lo piden
"Representa al tipo de hoy, viene de una familia sacrificada", dijo la diputada UDI.
Recordó, no obstante, que cuando fue ministro tuvieron "muchos enfrentamientos" e incluso él la llamó "activista".
La diputada UDI por el distrito N° 10 de la Región de Valparaíso, Andrea Molina, afirmó que está dispuesta a apoyar la candidatura presidencial del abanderado de su partido, Laurence Golborne, si es que se lo piden.
"Si me piden que lo haga ahí estaré, con la misma disposición que tuve para (hacer campaña con los candidatos de la Alianza en) las municipales, pero no es que esté desesperada", declaró la ex animadora de televisión en una entrevista con la revista Caras.
La legisladora explicó al medio que conocía a Golborne antes de que éste entrara a la vida pública, pero aclaró que no son amigos "íntimos".
"Nos conocemos de antes, desde que él estaba en el retail. Mi ex marido trabajaba en Falabella y Laurence en Almacenes Paris. Fuera de eso, en terreno me toca ver muchos temas relacionados con minería y obras públicas (carteras que ocupó el ex ministro), fundamentales para mi sector y donde las decisiones de intervenir o no un río son de vida o muerte. A raíz de esto tuvimos muchos enfrentamientos con Laurence, incluso me denominó la 'activista hídrica', así que hemos tenido de dulce y agraz", dijo la diputada.
También "conozco a su señora: cuando salí electa diputada, con mi ex marido y una pareja de amigos fuimos al Alto Las Condes a un restorán que no conocíamos: 'Oliva-Limón'. No teníamos idea que él era el dueño; estábamos comiendo cuando de repente llegó él con su señora y se sentaron en nuestra mesa. Me dijo que yo era muy valiente al meterme a la política, que no era fácil entrar a una actividad tan desacreditada".
"Un hombre de hoy"
Consultada por los atributos de los precandidatos presidenciales de la derecha, Andrea Molina dijo que "Allamand tiene sin duda una trayectoria que lo hace interesante, pero Golborne representa al tipo de hoy, alguien que necesita ser escuchado, que viene de una familia normal, sacrificada, no de alcurnia, ni de apellidos vinosos, ni del Grange, ni del Saint George".
Golborne es "un hombre que no esquiaba todas las temporadas ni que se iba a Aspen; representa al tipo al que educaron para salir adelante con esfuerzo, que vivía en una comuna normal, populosa, un tipo que sabe conversar con el Presidente de la República pero también con la persona que está en la calle. Ese es el Chile de hoy, al menos para mí", agregó la legisladora, que rechazó las críticas sobre la falta de definiciones del candidato.
"Cada día que pase él demostrará cuáles son sus ideas, (aunque) no puedo hablar por él, no hemos conversado estas cosas", expresó.
Envidias en el Congreso
La diputada confesó que sus tres años en el Congreso no han estado exentos de malos ratos y ninguneos: "Ya me acostumbré a que digan cosas a mis espaldas", declaró.
"Cuando llegas al Congreso, sientes que te miran, te observan y te discriminan: 'Vamos a ver qué va a hacer esta niñita, a ver si es capaz...' Pero aprendí rápido a leer los códigos, que son bastante masculinos; si no te paras en tu lugar y no te haces respetar es muy difícil que los otros lo hagan", advirtió.
Pese a todo, "me niego a masculinizarme por trabajar en un mundo dominado por hombres. Al contrario, hay que ser más mujer que nunca. Si eso soy, ¿por qué me voy a sentir mal?", comentó.
La representante también fue consultada por el rumor que circuló respecto de que estaba embarazada: "Han dicho tantas cosas. Primero tenía como seis meses, después cinco, luego tres... Así es este país".
Estos comentarios surgen "a lo mejor porque tengo éxito, porque soy bonita, porque digo lo que pienso, porque no acepto todas las cosas tal cual son. ¡Qué sé yo! Soy muy intensa y provoco cosas, para bien y para mal, pero no me da lo mismo; obvio que duele. ¿A quién le va a gustar que anden inventando cosas sobre ti, que eres poco menos que cualquier cosa?", alegó.