Nuevo superintendente de Salud tendrá perfil más "fiscalizador"
El de Luis Romero no era "el más adecuado", dijo el ministro Mañalich.
"Su rol fue bastante opaco", consideró el diputado PS Juan Luis Castro.
Como una "renuncia no voluntaria" calificó el ministro Jaime Mañalich la salida del Gobierno del superintendente de Salud, Luis Romero, que se anunció el viernes a través de un escueto comunicado de prensa.
Mañalich explicó ayer que las nuevas metas que se impusieron a la Superintendencia de cara al "tercer tiempo" del Gobierno exigen a una persona con un perfil distinto.
"Nos parece –y así lo hemos expuesto al Presidente de la República, quien ha estado de acuerdo- que el perfil más adecuado para esta nueva etapa es el de una persona que esté, claramente, más dispuesta a ir a terreno, a fiscalizar, a exigir a los aseguradores, y que esté muy vinculada el mundo de lo legal, de los derechos", dijo Mañalich.
En sus tres años en el cargo, la gestión de Romero no estuvo exenta de críticas. El año pasado cinco diputados miembros de la Comisión de Salud de la Cámara Baja llegaron hasta la Contraloría para acusarlo por "notable abandono de deberes" a raíz de su "nula fiscalización" a las isapres.
El diputado socialista Juan Luis Castro fue uno de los principales críticos: "Creo yo que, a la luz de los balances que quiere sacar la autoridad en el año último de Gobierno, me parece que el rol del superintendente fue bastante opaco, fue de la medianía".
Romero "no tuvo capacidad para sacar adelante dos grandes temas: las utilidades escandalosas y sin freno de las isapres y, por otro lado, el proyecto de ley que pretendía, justamente, transformar el sistema privado, que está estancado desde hace un año", indicó Castro.