Jugadores de Tigre denunciaron en una comisaría haber sido víctimas de "emboscada"
La acción fue realizada poco antes de viajar de regreso a Argentina.
Los jugadores de Tigre, que la noche del miércoles se negaron a disputar el segundo tiempo de la final de la Copa Sudamericana frente a Sao Paulo por supuesta falta de garantías de seguridad, denunciaron ante una comisaría en Brasil que fueron víctimas de una "emboscada" en el Estadio Morumbí.
Después de que el árbitro chileno Enrique Osses declarara al elenco brasileño campeón por la negativa de los jugadores argentinos de regresar a la cancha, parte de la delegación del cuadro argentino se dirigió en la madrugada de este jueves a la sede del Departamento de Homicidios de Protección a la Persona de la Policía Civil de Sao Paulo para presentar una denuncia penal.
Los trasandinos aseguraron haber sido víctimas de una "emboscada" en los vestuarios del Morumbí por parte de agentes de la Policía Militarizada de Sao Paulo y de guardias del servicio de vigilancia privada del club.
"Hubo una discrepancia con los jugadores de Sao Paulo al final del primer tiempo y, cuando nuestros jugadores bajaron al vestuario, seis vigilantes los estaban esperando. Fueron golpeados con mazos y amenazados con armas de fuego", alegó el presidente de Tigre, Rodrigo Molinos, citado por diarios electrónicos locales.
Según Molinos, Tigre pidió ayuda a la Policía, pero los agentes también se sumaron a los guardias privados en las agresiones contra los jugadores del club argentino.
"Ante ese escenario no podíamos ir a la cancha. Estamos en un país que no es el nuestro y en donde la policía te golpea. No podemos jugar así", alegó el dirigente.
Molinos aseguró que el club argentino no reconoce el título de Sao Paulo, que vencía la final por 2-0 antes del incidente, y que presentará una queja ante la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
La delegación de Tigre abandonó la comisaría y se dirigió directamente al aeropuerto de Guarulhos para viajar de regreso a Argentina.