Obama se reunirá con líderes del Congreso para solucionar el "abismo fiscal"
La reunión será con líderes republicanos y demócratas del Congreso.
Intentarán consensuar una salida urgente antes de que acabe el año.
El presidente estadounidense, Barack Obama, se reunirá este viernes con los líderes republicanos y demócratas en el Congreso para intentar consensuar una salida urgente al "abismo fiscal" antes de que acabe el año, informó la Casa Blanca.
El mandatario -que interrumpió sus vacaciones familiares en Hawaii- se reunirá por la tarde en el Despacho Oval y en privado con el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid; el de la minoría republicana en la misma cámara, Mitch McConnell; el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, y la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi.
En la vital reunión se verán la caras los principales negociadores de un acuerdo que lleva resistiéndose desde que, en el verano de 2011, se debatió el aumento del techo de deuda. Allí también se acordaron unos recortes automáticos muy rechazados y que ahora deben ser sustituidos con un acuerdo alternativo.
El resultado de esa reunión sería clave para que el Senado envíe a la Cámara baja "in extremis" un acuerdo que pueda ser aceptado por ambas partes, aunque sea de mínimos.
El temido "abismo fiscal"
El llamado "abismo fiscal" se avendría a comienzos de 2013, al coincidir en el tiempo esos recortes automáticos, especialmente duros en Defensa, y aumentos generalizados de impuestos, así como el recorte de las prestaciones al desempleo.
Si no se soluciona, todo esto desencadenaría desde el primero de enero una crisis que podría llevar a Estados Unidos a la recesión y lastrar la recuperación global.
Obama y los líderes del Congreso tienen ya escasos días para conseguir un compromiso, que está estancado en la negativa de los republicanos a que se acaben las exenciones fiscales de la era de George W. Bush a los ingresos superiores a 250.000 dólares.
Si los dos partidos no concretan al menos un acuerdo de mínimos, esas exenciones fiscales terminarían para todos los estadounidenses, mientras que los demócratas defienden que no acaben para la clase media.
Los republicanos consideran que el déficit se puede reducir sin actuar por el lado de los ingresos fiscales, y defienden incidir en los recortes de gasto, especialmente en programas sociales que consideran inviables.