Astrónomos fotografiaron desde Chile nube oscura en la Vía Láctea
Denominada Barnard 86, tiene forma de lagartija situada sobre un fondo de millones de estrellas brillantes.
Fue descrita como "una gota de tinta en el cielo luminoso".
El Observatorio Austral Europeo (ESO) fotografió una extraña nube oscura, Barnard 86, con forma de lagartija situada sobre un fondo de millones de estrellas brillantes en la parte más resplandeciente de la Vía Láctea.
En la imagen, que fue tomada con el instrumento Wide Field Imager, instalado en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros del observatorio La Silla, aparece también un brillante cúmulo estelar, el NGC 6520, según explicó este miércoles el ESO en un comunicado desde su central en Garching, al sur de Alemania.
La Gran Nube Estelar de Sagitario, donde se encuentran estas dos nebulosas tan distintas entre sí, es uno de los campos de estrellas más ricos de todo el cielo, lo que hace que destaque de forma impresionante la oscuridad de nubes negras como Barnard 86.
Este objeto, una pequeña y oscura nebulosa aislada conocida como glóbulo de Bok, fue descrito como "una gota de tinta en el cielo luminoso" por su descubridor, Edward Emerson Barnard, un astrónomo americano que descubrió y fotografió numerosos cometas, nebulosas oscuras y una de las lunas de Júpiter.
La naturaleza de la nube
Aunque observado con un pequeño telescopio Barnard 86 parece una zona pobre en estrellas o una ventana hacia un pedazo de cielo claro y distante, es en realidad una oscura, densa y fría nube compuesta por pequeños granos de polvo que bloquean la luz de las estrellas y hacen que la región se muestre opaca.
Los científicos del ESO creen que se formó a partir de los restos de una nube molecular que colapsó para formar el cercano cúmulo estelar NGC 6520.
NGC 6520 contiene muchas estrellas calientes que brillan en tonos blanco azulados, lo que es una muestra de su joven edad que, según sostienen los científicos, ronda los 150 millones de años.
Se estima que tanto el cúmulo de estrellas como su polvoriento vecino Barnard 86 se encuentran a una distancia de unos 6.000 años luz del Sol.
Aunque no es seguro lo que está ocurriendo en el interior de Barnard 86, se sabe que muchas nebulosas oscuras tienen nuevas estrellas formándose en sus centros, tal y como ocurre en la conocida nebulosa de la Cabeza de Caballo.