Tulio Triviño: Estar en Viña es una oportunidad, un sueño, un peldaño
Su show se presenta este miércoles en la quinta.
Los personajes se manifestaron entusiasmados de compartir con artistas chilenos.
Tulio Triviño y Juan Carlos Bodoque, dos de los personajes principales y más populares de 31 Minutos, conversaron con Cooperativa en las dependencias del Hotel O'Higgins, manifestando estar ante todo entusiasmados ante su debut de este miércoles en el Festival de Viña del Mar.
Fue así como Triviño respondió a esta interrogante: "Estar en Viña es una oportunidad, un sueño, un peldaño. Todas las anteriores" . Su compañero Bodoque, en tanto, reconoció estar confiado sobre su presentación: "Yo tengo mucha fe, el rock es mi bastón, nada me habrá de faltar". Agregó que será una experiencia que recordará por siempre, ya que "nunca había estado en un hotel tan fino como este".
Además, manifestó la alegría que le produce compartir escenario con artistas chilenos que admira. "La verdad es que yo soy un gran admirador de Jorge, en especial lo que hizo con su banda 'Los reos'".
"Me encantan 'Detengan las industrias', 'El baile de los que faltan', y 'Por qué no se quedan en el país'", reconoció y declaró su gusto por Francisca Valenzuela: "Con Francisca la cosa es distinta, ella tiene mucho futuro y quizás yo podría contarle algo si me acompaña esta noche en mi cabañita".
Consultados acerca de qué es lo principal que dejará para el público su paso por la Quinta Vergara, Triviño indicó que "principalmente les quedará un pito en la oreja".
El regreso de 31 minutos a la televisión se realizará después de varios años fuera de pantalla y los personajes declararon no saber cuáles son los planes a seguir después de su concierto: "La verdad es que no estamos planeando nada más que disfrutar nuestro show y hacer una fiesta en la casa de Juanín después, lo demás ya se verá", manifestó Tulio Triviño.
Sobre las exigencias que impuso para el certamen, el conductor de 31 Minutos declaró que "nosotros somos sencillos, la prensa amarillista ya filtró mis pequeñas exigencias, son sólo 16 y todas muy razonables, como un encargado de mis chicles, sushi de caballito de mar y que mientras camino se vayan tirando en el suelo los pétalos del reloj de Viña del Mar".