La muerte de un bebé en un auto robado moviliza y estremece a sociedad china
El ladrón huyó con el móvil sin darse cuenta que el niño estaba atrás.
Tras entregarse, confesó haber matado al infante.
Miles de policías y millones de ciudadanos se movilizaron para buscar en los dos últimos días a un bebé que un padre dejó sin vigilancia en un auto que luego fue robado, hasta que el ladrón se entregó a la policía y confesó que asesinó al niño, lo que ha causado una gran conmoción en el país asiático.
Miles de personas acudieron anoche a la plaza central de la ciudad de Changchun (noreste), dónde ocurrió la tragedia, para encender velas y celebrar una vigilia por la muerte del bebé, Xu Haobo, mientras centenares de miles daban sus condolencias por el suceso a través de las redes sociales.
Todo comenzó en la mañana del lunes, cuando el padre de Xu dejó un momento solo al bebé en su automóvil todoterreno, sin cerrar las puertas con seguro y dejándolo en marcha, mientras entraba a la tienda donde trabaja para encender la calefacción.
La ausencia del conductor fue aprovechada por Zhou Xijun, de 48 años, quien huyó con el automóvil sin percatarse de que el bebé viajaba en el asiento de detrás.
El suceso cobró gran resonancia nacional ayer, martes, cuando la policía informó de que había descubierto el automóvil abandonado pero el bebé no se encontraba en él, lo que intensificó la búsqueda del niño y el ladrón, en la que participaron 10.000 policías de la provincia donde ocurrió el incidente y otras vecinas.
Además, millones de internautas chinos intentaron colaborar con la búsqueda publicando en las redes sociales posible información de testigos sobre la identidad del ladrón.
La frenética búsqueda terminó en la tarde de ayer, cuando el ladrón se entregó a la policía y confesó que había estrangulado al niño al descubrirlo en la parte de atrás del automóvil, para después enterrarlo en la nieve.
El suceso ha desatado en las redes chinas debates sobre si en sucesos como éstos los padres deben afrontar posibles responsabilidades penales por no atender a sus hijos.
El padre, en su defensa, señaló que dejó el automóvil encendido para que la calefacción del interior permaneciera encendida y el niño no pasara frío.
La madre sufrió un ataque al corazón al ser informada de la noticia y se encuentra hospitalizada.
Una presunta nota oficial de las autoridades de Changchun urgió a los medios chinos a no dar protagonismo al suceso en sus portadas e informativos (para no eclipsar la actual reunión del Legislativo nacional en la que se eligen a los nuevos líderes chinos), lo que ha desatado críticas entre muchos internautas.