Ministro de Hacienda dijo en foro del BID que 2013 "será un buen año para Chile"
"Soy optimista, vamos a seguir creciendo", dijo Felipe Larraín en Panamá.
Se espera un incremento del PIB en torno al 5 por ciento, con bajo desempleo e inflación controlada.
El secretario de Estado manifestó preocupación por la situación de los exportadores.
La economía de Chile crecerá en torno al 5 por ciento, con una inflación de un 3 por ciento y un desempleo de alrededor del 6 por ciento este 2013, que será un "buen año" para el país, dijo en Panamá el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
"Soy optimista, vamos a seguir creciendo, sin hipérbole", declaró Larraín en una conferencia de prensa en la capital panameña, en el marco de la 54a Asamblea Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID ), que concluyó ayer domingo tras dos días de reuniones privadas.
El ministro afirmó que la economía chilena "ha logrado mantener el crecimiento", entre otras razones, por la disciplina fiscal, y porque se ha mantenido fuerte la inversión y el consumo interno dada la "confianza" de los consumidores e inversionistas.
La economía chilena creció entre un 5,5 y un 5,6 por ciento en 2012, según datos preliminares.
Los ojos en el mundo
Pese al "optimismo" general en el futuro de la economía, el Gobierno chileno tiene también algunas preocupaciones, entre ellas, las políticas de expansión monetaria de Estados Unidos, Japón y Europa, lo que impacta en la apreciación de las monedas de varios países de la región, entre ellas Chile, explicó el secretario de Estado.
"Nos preocupa como desafío el relajamiento cuantitativo de las economías desarrolladas, lo que significa que vamos a mantener una política monetaria muy expansiva", dijo el ministro aludiendo al "aumento de la liquidez a través de bonos de largo plazo" de esos países.
Larraín aseguró que esas políticas de las economías desarrolladas afectan negativamente al sector exportador chileno, puesto que "depende del tipo de cambio, y un tipo de cambio que se aprecia por influencias externas deja algunas opciones limitadas de política económica" para enfrentar la situación.
Entre ellas, Chile analiza varias opciones, descartando medidas que impliquen controles de capitales o el proteccionismo, porque "no nos gustaría transitar por ellas", indicó.
"Estamos estudiando una serie de medidas macroprudenciales, que no está claro que las vayamos a tomar", mientras que otras ya se están aplicando, como es una política de disciplina fiscal y emitir deuda soberana en moneda local.
Otra preocupación de Chile, sostuvo Larraín, es la situación de Europa, a cuyo mercado destina el 20 por ciento de sus exportaciones.
También mencionó la "indefinición fiscal de Estados Unidos, y una eventual desaceleración de China, aunque ese último escenario "no lo vemos", dijo Larraín.