Partidos políticos británicos alcanzaron acuerdo para regular la prensa
El acuerdo trata de satisfacer a todos los partidos.
La nueva propuesta se presentará esta tarde ante los Comunes.
Representantes tories, liberaldemócratas y laboristas llegaron a un consenso.
Los tres principales partidos políticos alcanzaron un acuerdo sobre la regulación de la prensa escrita tras meses de discrepancias, anunció la responsable de Cultura laborista, Harriet Harman.
Representantes tories, liberaldemócratas y laboristas llegaron a un consenso sobre cómo implementar las recomendaciones incluidas en el llamado informe Leveson sobre los medios de comunicación escritos después de reunirse anoche durante cinco horas y media.
El informe Leveson detalla una serie de recomendaciones con las que reformar la prensa británica tras haber verificado que en el pasado se cometieron excesos "escandalosos", como ilustra el caso de las escuchas ilegales practicadas en el "News of the world"
A la vista del acuerdo entre los partidos, cuyos detalles se desvelarán más tarde, no se celebrará la votación prevista para hoy en el parlamento, sino que la nueva propuesta se presentará esta tarde ante los Comunes, según adelantó Harman.
El acuerdo conllevará "una pequeña parte de legislación" al tiempo que no interferirá en la libertad de prensa, según indicó la política laborista.
"Protegerá la libertad de prensa, que es increíblemente importante en una democracia, a la vez que protege los derechos de la gente a que no le desbaraten la vida", explicó.
"No hay que elegir entre si deberíamos tener una prensa libre o proteger a las personas de los abusos de la prensa. Se pueden tener las dos cosas y en esto se basa el acuerdo que hemos alcanzado y que presentaremos ante los Comunes esta tarde", apuntó Harman.
El acuerdo trata de satisfacer a todos los partidos, pues aboga por un estatuto sancionado por la reina Isabel II, tal y como quería Cameron, que solo podrá modificarse con una mayoría parlamentaria de dos tercios.
Sin embargo, plantea la promulgación de nuevas leyes, como querían laboristas y liberaldemócratas, que pretenden servir de mecanismo con el que evitar la interferencia de futuros Gobiernos con el regulador de la prensa.