ONU exigió a Papúa Nueva Guinea derogar la Ley de Brujería
Según Amnistía Internacional, cada año se producen 150 asesinatos relacionados con estas acusaciones.
Sólo esta semana dos ancianas fueron torturadas y decapitadas por sus vecinos.
En ocasiones las supuestas "brujas" han sido quemadas vivas, según ha consignado la prensa internacional.
La Organización de las Naciones Unidas exigió al Gobierno de Papúa Nueva Guinea la derogación de la Ley de Brujería, promulgada en 1971, tras dar cuenta de un aumento en la cifra de ejecuciones extrajudiciales por acusaciones de brujería registrado en las últimas semanas.
"La protección a las víctimas de la violencia relacionada con la brujería debe aumentar de manera urgente", dijo Naciones Unidas en un comunicado.
"La ONU está profundamente preocupada por el aumento de las denuncias de violencia, tortura y asesinato de personas acusadas de practicar la brujería en todo el país", indicó la institución internacional.
El primer ministro papuano, Peter O'Neill, se comprometió en la víspera durante una rueda de prensa a derogar la ley, que tipifica como delito la práctica de la hechicería, aunque no dio una fecha concreta.
Condena de organismos de DD.HH.
El lunes la Policía de Papúa informó de que dos ancianas murieron al ser decapitadas tras sufrir tres días de torturas por sus vecinos que las acusaron de practicar actos de brujería.
La presencia de las autoridades policiales no pudo disuadir a la muchedumbre, que estaba armada con armas de fuego, cuchillos y hachas, según consignaron los medios locales.
Estas muertes se añaden a las de otras seis mujeres acusadas de brujería que durante la Semana Santa fueron atadas de manos, desnudadas ante la muchedumbre y torturadas con hierros calientes colocados en sus genitales antes de ser quemadas vivas.
Según los grupos de derechos humanos, la ley de brujería ha llevado a un aumento de falsas acusaciones y se utilizan a menudo para justificar actos de violencia contra las mujeres.
Según Amnistía Internacional, cada año se producen alrededor de 150 asesinatos relacionados con acusaciones de brujería en Papúa Nueva Guinea, aunque las autoridades locales creen que muchos otros asesinatos podrían no haber sido denunciados.