Profesor uruguayo fue procesado por humillar y maltratar a sus alumnos
Ataba a los estudiantes a un árbol como método de castigo.
Los afectados tienen entre 13 y 14 años.
Las víctimas pertenecen al Liceo 21 de La Aguada.
Un profesor uruguayo fue procesado con prisión por cometer abusos durante una actividad extraescolar con alumnos de secundaria a los que ponía seudónimos vejatorios, dividía entre "favoritos" e "indeseables" e incluso ataba a un árbol como castigo, informó la prensa local.
El dictamen judicial fue difundido por la página web del Canal 10 de televisión y reseñado también por los diarios El País y El Observador.
Según los medios, el juez Gabriel Ohanian dictó el pasado 26 de abril un auto de procesamiento por el delito de "violencia privada" contra el docente, cuyas víctimas eran alumnos de entre 13 y 14 años del Liceo 21, ubicado en el barrio de La Aguada, próximo a la zona de Montevideo.
El profesor, cuya identidad no fue difundida aunque se sabe que tiene 38 años y daba clases en la Facultad de Química de la Universidad de la República, realizaba "como actividad honoraria un club de ciencias" en el Liceo 21 que funcionó desde 2008 hasta finales del año pasado, detalla el dictamen judicial.
Con ese propósito reclutaba jóvenes estudiantes interesados en efectuar actividades científicas, pero "bajo la pantalla de esa actividad educativa el sospechado dividía a los alumnos en indeseables y preferidos", indica el auto de procesamiento.
Así, "vía mensajes de texto, fotografías o encuentros, les daba órdenes para que cumplieran sus deseos con pena de expulsión".
A un adolescente y una adolescente les exigió "que se hicieran novios", dándole unos 10.000 pesos (240.000 pesos chilenos) a ella para que le hiciera al otro un regalo.
En un viaje en el que el grupo se fue "con todos los gastos pagados por el sospechado" a Atlántida, un balneario turístico próximo a Montevideo, el docente generó "un clima de violencia moral" a través de distintos recursos.
Por ejemplo, "atar a alguno de ellos a un árbol con la boca tapada, colocarle un sapo en una mochila a otro, servirle a un adolescente un trozo de torta podrida, ridiculizarlos, ponerles nombres de animales, ordenar que determinado muchacho empujara a otro", agrega el documento.
La investigación policial partió de la denuncia de la madre de una joven a la comisaría Seccional 6 de Montevideo.