Brasil: Protestas comprometen visita del papa Francisco
El pontífice debe asistir a la Jornada Mundial de la Juventud desde el 22 de julio en Rio de Janeiro.
El secretario general de la Presidencia no descartó que haya situaciones similares ante la presencia de Francisco.
"Dilma está preocupada", dijo Gilberto Carvalho.
El secretario general de la Presidencia brasileña, Gilberto Carvalho, admitió este viernes que las manifestaciones que sacuden a Brasil desde la semana pasada pueden comprometer la visita que realizará el próximo mes el papa Francisco al país para participar en la Jornada Mundial de la Juventud.
El ministro manifestó su preocupación en una reunión con varias autoridades para tratar los preparativos de la visita del pontífice que estaba cerrada para la prensa, aunque sus palabras fueron captadas por cámaras de televisión autorizadas a realizar imágenes.
"Tenemos una serie de complicaciones y preocupaciones. Lo que está ocurriendo (las manifestaciones) puede tener reflejo en la Jornada (Mundial de la Juventud)", afirmó Carvalho, que tiene estatus de ministro, según una transcripción de sus palabras divulgada por diferentes redes de televisión.
"No puede decir que la Jornada ocurrirá en un clima igual al de los días de hoy porque la coyuntura evoluciona tan rápidamente que no podemos profetizar, pero tenemos que estar preparados en caso de que ocurra con un clima como el generado por las manifestaciones de hoy en el país", afirmó.
El secretario general de la Presidencia afirmó que el Gobierno realizará todo lo posible para garantizar el éxito de la visita que el papa realizará a Río de Janeiro entre el 22 y el 28 de julio.
"Dilma está preocupada"
Carvalho agregó que la propia presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, está preocupada con la situación generada por las manifestaciones y que podrá realizar un pronunciamiento sobre el asunto este mismo viernes.
"Dilma (Rousseff) está preocupada. Vamos a convocar a la sociedad brasileña para adoptar medidas de contención. Tenemos que impedir ese tipo de manifestaciones que no le traen nada bueno al país", afirmó el funcionario.
Pese al carácter pacífico de la mayoría de las manifestaciones que se registraron el jueves en cerca de 80 municipios y que congregaron a más de un millón de personas, las protestas en algunas ciudades terminaron con incidentes violentos.
Los conflictos fueron provocados generalmente por el intentos de pequeños grupos de manifestantes de invadir edificaciones públicas como el Congreso Nacional, la sede de la cancillería, la alcaldía de Río de Janeiro y la gobernación de Ceará.