Corea del Norte alegó "legitimidad" y pide liberar su barco con armas de Cuba
El régimen de Pyongyang exigió la liberación "sin demora" del buque y sus 35 tripulantes.
Acusó a Panamá de "asaltar" el barco "bajo el pretexto de buscar drogas".
Autoridades panameñas hallaron el lunes "material bélico" oculto en el barco.
Pyongyang se pronunció este jueves por primera vez sobre el barco norcoreano retenido en Panamá para exigir la liberación del buque, de su tripulación y de las armas procedentes de Cuba cuyo envío, aseguró, responde a un "contrato legítimo" entre las partes.
A través de un comunicado suscrito por un portavoz del Ministerio de Exteriores y divulgado por la agencia estatal KCNA, el régimen de Kim Jong-un se adhirió a la versión de La Habana de que el buque, retenido por las autoridades panameñas, portaba antiguo armamento ruso para ser reparado en Corea del Norte y devuelto a La Habana.
El régimen de Pyongyang, que exigió la liberación "sin demora" del buque y sus 35 tripulantes, defendió la legalidad del envío aludiendo a un "contrato legítimo" con Cuba y acusó a Panamá de "asaltar" el barco "bajo el pretexto de buscar drogas" que finalmente no se encontraron.
El buque norcoreano "Chong Chon Gang" permanece bajo investigación desde el pasado lunes, cuando las autoridades panameñas hallaron, bajo unas 10.000 toneladas de azúcar, material bélico oculto en contenedores, lo que violaría las resoluciones de la ONU que prohíben a Pyongyang comerciar con armamento.
Las autoridades de Panamá prosiguen sus investigaciones sobre el caso y el próximo 5 de agosto llegará al país una comisión de expertos de la ONU para analizar el armamento.
La Habana y Pyongyang se escudan en que el cargamento del Chong Chon Gang es legítimo al tratarse de un envío de piezas obsoletas que iban a ser reparadas y posteriormente devueltas.
Solo declaró carga de azúcar
Sin embargo, Panamá reveló que la embarcación solo declaró a su entrada la carga de azúcar y omitió la de material bélico, por lo que considera que se trata de un caso de presunto "contrabando", y criticó a Cuba por no haber consignado previamente el armamento oculto en las bodegas de la embarcación.
El Gobierno de EE.UU., por su parte, ha recibido una petición de asistencia de las autoridades panameñas y está dispuesto a cooperar "de la mejor forma posible", indicó una portavoz del Departamento de Estado, que anunció próximas conversaciones con Cuba sobre el caso.
Mientras, en Corea del Sur, el Gobierno descartó hoy formular "hipótesis prematuras" sobre el hallazgo en el barco del Norte, aunque declaró que espera que Panamá y el Comité de Sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU "avancen de manera rápida y eficaz con los procedimientos" relativos al caso.
Corea del Norte y Cuba, dos países del antiguo bloque soviético que preservan casi intactos los principios económicos del socialismo más ortodoxo, mantienen desde hace décadas una estrecha relación de amistad, aunque sus intercambios comerciales son limitados por la distancia geográfica y el declive de sus economías.
"Hermandad"
Hace tres semanas, el presidente cubano, Raúl Castro, recibió en La Habana a una delegación militar de Corea del Norte encabezada por el jefe del Estado Mayor General del Ejército Popular, Kim Kyok-sik, que resaltó los lazos de "hermandad" entre ambos países y destacó que comparten "la misma trinchera".
Numerosos expertos en Seúl creen que el régimen podría estar "desesperado por conseguir dinero" al ver bloqueada su financiación internacional y por eso recurriría a algún tipo de negocios relacionados con armamento, según el investigador Lee Sang-hyun, del instituto de investigación Sejong.
Éste y otros analistas coinciden en que continúan las actividades ilegales de comercio de armas de Corea del Norte, que fue sorprendida en varias ocasiones en los últimos años cuando presuntamente trataba de vender material bélico a países como Irán o Birmania.
El régimen norcoreano tiene expresamente prohibido comerciar con armamento en virtud de las diversas resoluciones que la ONU ha establecido para castigar los diversos ensayos nucleares y de misiles de largo alcance del país comunista.
Desde la primera, emitida en 2006, hasta la última, en marzo de este año, las resoluciones de la ONU han ido intensificando tanto las restricciones sobre el comercio de armas de Corea del Norte como las inspecciones a sus barcos, además de congelar activos presuntamente relacionados con su programa de misiles.