Grandes atochamientos provocó nuevo control fronterizo integrado en Arica
El primer fin de semana de la medida generó tacos de hasta cuatro kilómetros.
La iniciativa se encuentra en marcha blanca hasta el miércoles.
Largas filas y esperas de hasta dos horas fue el panorama en la frontera de Chile y Perú durante el fin de semana.
Como un gran fracaso calificaron cientos de chilenos que quisieron pasar el fin de semana en Perú, al igual que peruanos que intentaron cruzar la frontera, debido a la lentitud en la atención de los controles fronterizos, en el marco de la implementación del Control Integrado Binacional.
Largas filas de vehículos de hasta cuatro kilómetros se produjeron durante la mañana y la tarde del sábado, al igual que este domingo, primer fin de semana de la medida, cuyo propósito era aliviar el tiempo de viaje entre Tacna y Arica, controlando a los turistas sólo en el país de ingreso, y no en Santa Rosa (Perú) y Chacalluta (Chile) como se hacía normalmente, proceso cuya marcha blanca comenzó el jueves y se extenderá hasta el miércoles 7 de agosto.
La marcha blanca se realizó para determinar las falencias del control integrado y así implementar las mejoras, como lo señaló el intendente subrogante y gobernador de Arica, Patricio López.
"Esperamos que esto se vaya regulando con el tiempo. La encargada del complejo me ha informado que teníamos alrededor de 65 personas cumpliendo funciones y calculamos que esto va a estar dentro de los peak normales", dijo la autoridad.
Según los viajeros, el ensayo fue un caos, pues hubo viajeros que debieron esperar más de dos horas en ser atendidos en el único control que se estableció en la entrada de cada país.