Lejderman: Hay complicidad de Cheyre en crimen de mis padres
El hombre que fue entregado por el ex uniformado a un convento de monjas contó su historia en Cooperativa.
A los dos años presenció el asesinato de sus padres por parte de militares de La Serena.
Cheyre recibió la orden directamente del jefe del regimiento, Ariosto Lapostol.
Ernesto Lejderman tenía dos años cuando sus padres fueron asesinados frente a él por una patrulla militar del regimiento Arica de La Serena en 1973. Sobrevivió y fue entregado a un convento de monjas de la ciudad nortina. Esta orden la cumplió el ex comandante en jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre, quien -acusa- tuvo "complicidad" en el crimen.
El director del Servicio Electoral está seriamente cuestionado a causa de esta historia recientemente recordada y ahora relatada por el propio Lejderman desde Argentina, donde vive desde que las religiosas lo entregaron a sus abuelos paternos meses después del homicidio de sus padres: Guillermo Lejderman y María del Rosario Ávalos.
"Cheyre era el ayudante principal del jefe del regimiento Arica, Ariosto Lapostol. Cheyre cumplió la orden de llevarme al convento y los militares cumplieron las órdenes de matar a mis padres. Casi me matan a mí. Yo soy un sobreviviente", afirmó el afectado en Una Nueva Mañana en Cooperativa.
"Hay una complicidad de parte de él. La realidad está ahí. Hay que analizar un poquito. Yo puedo aportar la historia que conozco", agrego Lejderman. "Él era ayudante del jefe del regimiento Arica desde donde se impartió la orden de asesinar a mis padres", insistió.
El encuentro con Cheyre: No le creí nada
El hijo de los asesinados relató también el encuentro que tuvo con Cheyre en 2009: "Fue en la oficina de mi abogado y fue un encuentro de 10 minutos. Habló con mi abogado. Yo estaba presente".
"No contó nada. Defendió al jefe del regimiento", expuso.
"Él planteó que estaba muy conmovido y que la versión que él tenía era que mis padres se habían suicidado. Yo no le creí nada. No me interesa agredir a nadie. Sería interesante que contara la verdad. Nunca es tarde para decir la verdad", añadió.
Reconstrucción del crimen
La víctima contó que recién cuando tenía 12 ó 13 años empezó a reconstruir la historia de lo que vivió con sus padres: "Los acribillaron cerca de la frontera con Argentina. Estaban tratando de cruzar a Argentina porque mi padre era militante. Quería escapar con su esposa, mi madre, y su hijo que era yo".
"No los detuvieron. Detuvieron a un profesor, a quien torturaron y amenazaron a su familia. Bajo torturas y amenazas obligaron a Luis Ramírez a conducir a los militares donde estaba yo con mis padres. Él los llevó. Fue testigo de que asesinaron a mis padres. Las balas no me dieron de pura casualidad. Me recogieron cuando yo estaba abrazado al cuerpo ensangrentado de mi madre", detalló.
"Los militares me retiraron y me llevaron al regimiento Arica de La Serena. Esto me lo contó Luis Ramírez que es el único testigo. En el año 90 se presentó ante la justicia y declaró todo esto. La versión de los militares fue que mis padres se autoeliminaron con explosivos. Otra versión fue de que mi madre murió en enfrentamientos. Tengo dos certificados de defunción", agregó Lejderman.
"Respecto al secuestro, yo creo que fui secuestrado, pero la denuncia que hago es por el crimen de mis padres. Lo que le planteé a Cheyre en 2004 es que revele quién es responsable del crimen de mis padres, que yo presencié", sentenció.
Apoyo de Familiares de Detenidos Desaparecidos
La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, comparte la opinión de Lejderman y señaló que "le preguntaría a la gente si alguien cree que aquel que toma a este niño en un período dictatorial, en un tiempo donde las violaciones a los derechos humanos eran pan de cada día, que toma a ese niño y lo va a entregar allá si no tiene ninguna responsabilidad".
"El Poder Judicial no ha hecho verdad y justicia en todas las causas de violaciones a los derechos humanos. Que él (Cheyre) no haya sido procesado no significa que no tenga responsabilidad, porque sí tomó en sus brazos a un niño cuyos padres fueron asesinados", agregó Pizarro.