Londres defendió detención de pareja de periodista de The Guardian
David Miranda, novio de un periodista de The Guardian, estuvo nueve horas retenido siendo interrogado en el aeropuerto.
El Gobierno británico y Scotland Yard enfrentan duras críticas pero aseguran haber actuado legalmente.
Miranda (a la derecha) evalúa iniciar acciones legales contra las autoridades del Reino Unido.
Las autoridades británicas defendieron este martes su decisión de retener en un aeropuerto durante nueve horas, en virtud de la ley antiterrorista, a un brasileño relacionado con las revelaciones sobre el espionaje de EE.UU. en el marco del llamado "caso Snowden".
La detención, el domingo, de David Miranda, novio del reportero de The Guardian que divulgó el masivo espionaje en internet de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, ha provocado una intensa polémica en el Reino Unido, críticas de las asociaciones de periodistas y un problema diplomático con Brasil.
Miranda, de 28 años, fue retenido e interrogado en el aeropuerto londinense de Heathrow por seis agentes británicos durante nueve horas, el máximo que permite la legislación antiterrorista sin presentar cargos, y se le decomisaron dispositivos electrónicos como su computador y celular.
El joven amenazó hoy con acciones legales contra las autoridades británicas por su detención "ilegal" y para evitar que se produzca una "inspección, copia, divulgación, distribución o interferencia" de la información que guardaba en esos aparatos electrónicos.
David Miranda vive en Río de Janeiro con el reportero Glenn Greenwald, que desde junio ha divulgado en The Guardian miles de documentos filtrados por el ex técnico de la CIA Edward Snowden sobre el masivo espionaje global de comunicaciones privadas llevado a cabo por Estados Unidos.
El joven hacía escala en Londres en su viaje de regreso a Brasil tras recoger en Berlín archivos entregados por la documentalista Laura Poitras, colaboradora de Greenwald en el caso Snowden.
Su detención habría estado relacionada con el transporte de esos documentos, de los que David Miranda desconocía la naturaleza, de acuerdo con sus declaraciones.
"Amenaza real" contra la prensa
En este escenario el Ministerio del Interior británico defendió hoy la aplicación de la ley antiterrorista en el caso, al señalar que, "si la policía cree que un individuo está en posesión de información robada altamente sensible que podría ayudar al terrorismo, debe actuar".
Un portavoz oficial británico insistió en que "el Gobierno y la policía tienen el deber de proteger a las personas y la seguridad nacional" y apuntó que "la ley proporciona un marco para hacerlo".
En plena polémica, además, el director del diario británico, Alan Rusbridge, aseguró hoy en el rotativo que las autoridades de Londres lo obligaron hace un mes a destruir copias del material confidencial entregado por Snowden bajo amenaza de que, si no, enfrentaría a una demanda legal.
En opinión de Rusbridge, lo ocurrido demuestra que "la amenaza contra el periodismo es real y está creciendo", en el mismo sentido en que se ha manifestado el "bloguero" y reportero Greenwald, que ha prometido seguir publicando los documentos de Snowden.
Ante las críticas de las asociaciones de periodistas y organizaciones civiles y la petición del opositor Partido Laborista para que se revise la ley antiterrorista, Scotland Yard también defendió su actuación.
"Nuestra valoración es que la aplicación de esos poderes en este caso fue válida legalmente y a nivel de procedimiento", indicó la Policía, que aseguró que en el interrogatorio de Miranda "estuvo presente un abogado".