Sacerdote John O'Reilly enfrenta su formalización
El ex capellán del colegio Cumbres está acusado de abusar sexualmente de alumnas.
Abogado querellante afirma que hay pruebas concluyentes contra el líder de los Legionarios de Cristo.
O'Reilly recibió apoyo público en una carta con cerca de mil firmas.
Este martes al mediodía será formalizado el sacerdote John O'Reilly por las acusaciones de abusos sexuales a los que supuestamente sometió a alumnas del colegio Cumbres, en el que se desempeñó como capellán.
El caso salió a la luz pública en julio de 2012, cuando la familia de una alumna de dicho establecimiento educacional presentó una denuncia contra el en ese entonces asesor espiritual y capellán del colegio, quien ha sostenido su inocencia. Meses después se sumó otra acusación, referida a la hermana de la primera niña.
Durante la presente jornada la Fiscalía dará a conocer exámenes de credibilidad realizados a la presunta víctima, una menor de 6 años alumna del Cumbres, mientras que el abogado querellante, José Ignacio Escobar, mostrará los informes de credibilidad de las dos niñas, emanados del Centro de Asistencia a Víctimas de Atentados Sexuales (Cavas), son "concluyentes" y desfavorables para el sacerdote.
El abogado de O'Reilly, Luis Hermosilla, valoró que se judicialice el caso: "Que haya una formalización significa que a partir de ahora hay derechos que él va a poder ejercer como por ejemplo que una investigación que ha durado más de un año pueda ponérsele pronto término".
También se podrá "instar para que vayamos a un juicio oral en el que estamos absolutamente seguros de que vamos a demostrar su total y completa inocencia en el hecho que se le imputa", agregó el defensor.
Carta de apoyo
Este fin de semana se publicó en los diarios El Mercurio y La Tercera una carta con cerca de mil firmas en apoyo a O'Reilly. Entre quienes la suscribieron estuvo el presidente del Consejo Nacional de Televisión, Herman Chadwick, hermano del ministro del Interior.
En la misiva se expresó que el sacerdote "fue siempre acogedor y alegre, guiándolos para que amaran a Jesús, transmitiéndoles un mensaje sencillo". Y expuso que "no podemos callar frente al dolor infinito de un hombre inocente imputado por el más vil de los delitos".