Isabel Allende: Los errores fueron del PS y la extrema izquierda

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Autor: Cooperativa.cl

Movimientos como el MIR "no tenían ninguna convicción en el programa de la UP", dijo la senadora socialista a Cooperativa.

Dijo que al despedirse de él el 11 de septiembre en La Moneda no vislumbró "que no lo iba a volver a ver".

 UPI

El Partido Socialista "no fue irrestricto ni incondicional" en su apoyo al Presidente Allende y a su programa de cambios graduales, indicó la parlamentaria.

La senadora socialista Isabel Allende Bussi, hija del Presidente Salvador Allende, recordó este miércoles en Cooperativa cómo, hace exactos 40 años, vivió el golpe de Estado que derrocó al Gobierno de la Unidad Popular, liderado por su padre.

Allende contó, de visita en los estudios de Cooperativa cómo "el día anterior", el 10 de septiembre, fue a cenar a la casa del Mandatario en Tomás Moro, en Las Condes, donde "estaban José Tohá, (Augusto) Olivares, Orlando Letelier y Carlos Briones preparando el texto de lo que iba a ser el referéndum que él quería llamar, la convocatoria a plebiscito" para definir la continuidad de su mandato.

"La comida fue normal, pero había tensión en el ambiente, eso se notaba: hubo muchos llamados con ciertos rumores (...), diciendo que había ciertos movimientos extraños", rememoró.

"Yo le llevaba dos chaquetas de regalo; él me había encargado unas chaquetas de verano –todos sabemos que era bastante pretencioso-, y en un momento dado se paró y se las fue a probar y dijo: 'Puede ser que las alcance a usar'; cosa que a mí me llamó bastante la atención, porque era una frase fuerte. Otra cosa que me llamó la atención es que cuando terminó la cena y él ya se iba a dedicar a trabajar dijo: 'Quiero que la acompañen'. Al final me fui sola, porque yo quería llegar a mi casa con mi auto. Enhorabuena; porque si hubiera aceptado que me llevaran y hubiera dejado mi auto en Tomás Moro no habría tenido cómo llegar a La Moneda" el día siguiente, explicó Allende.

 

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Isabel Allende recordó la "tensión" que se vivió en una cena en la casa de Tomás Moro la noche anterior al golpe.

La senadora cree ser "la última persona que entró" a La Moneda; y señaló que lo hizo pensando que el alzamiento militar "era como el 'tanquetazo' (del 29 de junio), que era una intentona, que podía resolverse, que era posible revertirlo".

El Presidente "tuvo una reunión general en el Salón Toesca con todos sus asesores, toda la gente, había periodistas, y nos dijo que no quería que nos quedáramos allí, porque no eran necesarias muertes inútiles (...), que agradecía muchísimo la presencia de todos. Tenía conciencia de que éramos gente que no manejaba armas, éramos civiles y no había razón para que estuviéramos expuestos (...) Mi hermana Beatriz tenía siete meses de embarazo, pero no queríamos salir", indicó.

La despedida

"Yo tenía claro que mi padre no iba a aceptar ningún ofrecimiento de exilio ni de avión ni de nada (...) El lo había dicho, y si hay algo que caracterizaba a mi padre era el compromiso con su propia palabra. Era un hombre de palabra y había dicho que sólo muerto lo iban a sacar de La Moneda. Yo no me lo imaginaba aceptando un avión y partiendo con su familia", destacó la legisladora.

"Le costó mucho convencernos pero al final se impuso, supongo, la cordura, y nos pidió y casi nos exigió que saliéramos. Dijo: 'He llamado al general Baeza y va a haber un jeep esperándolas'. (...) Aun en esa circunstancia siguió creyendo en la palabra dada por militares...", expresó Allende.

"Cuando abre la puerta de Morandé 80 nos damos un abrazo en silencio. Ahí no hubo palabras. Me han preguntado y yo he tratado de pensar si en ese momento yo tenía conciencia de que no lo iba a volver a ver más, y yo creo que yo bajé mi persiana de defensa, algo hice, pero en ese momento no vislumbré que no lo iba a volver a ver. Todavía quería pensar que a lo mejor eso todavía podía resolverse; era una cosa de voluntarismo", señaló la hija del ex Presidente.

"Salimos y fue muy contrastante, porque afuera había un silencio profundo. No había ya tanques, carabineros, infantería, nada. Lo que había era un silencio absoluto, porque iba a empezar el bombardeo unos minutos después", dijo.

Los errores en la UP

Allende Bussi hizo también en Cooperativa un análisis de las circunstancias al interior de la propia Unidad Popular y el mundo de izquierda que favorecieron las condiciones para que se produjera un golpe de Estado.

"Yo creo que hubo una valoración equivocada de la correlación de fuerzas. Creo que cambios tan profundos evidentemente requerían un apoyo mayor. Creo, además, que en el Partido Socialita había gente con una dosis de triunfalismo, que pensaba que 'avanzar sin transar' era la solución, y era muy distinto a la mirada de mi padre, que prefería ir gradualmente e ir consolidando los cambios que se habían dado", reflexionó Isabel Allende.

Recordó que uno de las consignas del Mandatario "era 'la batalla de la producción'; él consideraba que tomarse la fábrica de chocolates Calaf, por ejemplo, que no tenía nada de estratégico para la economía, no tenía sentido".

 

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Salvador Allende "fue un líder cabal" que "hasta el final buscó el diálogo", dijo su hija.

 

Entre el 70 y el 73 "hubo, por supuesto, visiones equivocadas en el Partido Socialista, no hubo una sola visión, y en ese sentido el Partido Socialista ha hecho una autocrítica severa, ha reconocido que no fue irrestricto ni incondicional con el Presidente Allende".

Isabel Allende consideró que su padre "fue de las personas que menos errores cometió" en esa época.

"Yo creo que los errores más estuvieron en el Partido Socialista, en una extrema izquierda que evidentemente tenía otra mirada: creía que tomándose los fundos o fábricas iban a acelerar el proceso e íbamos a avanzar. Además, el MIR y otras expresiones de extrema izquierda no tenían ninguna convicción en el programa de la Unidad Popular ni este socialismo a través de profundizar la democracia", lamentó.

"Mi padre buscó hasta el final el diálogo... Cuando uno mira atrás es evidente (que también se equivocó); yo no digo que no se equivocara, pero creo que fue de las personas que menos se equivocó, porque fue de quienes más quiso abrir el diálogo (...) Fue un líder cabal", sentenció Isabel Allende.