Rebeldes sirios rechazaron acuerdo Rusia-EE.UU. y seguirán luchando
Jefe del Ejército Libre aseguró que continuarán combates hasta caída de régimen.
"Hay que llevar a Bachar al Asad ante tribunales internacionales", enfatizó.
Declaró que Rusia es socio en el asesinato de los sirios.
El jefe del Ejército Libre Sirio (ELS), Salim Idris, rechazó este sábado el acuerdo alcanzado entre Rusia y EE.UU. para que Siria ponga su arsenal químico bajo control internacional y aseguró que los rebeldes continuarán su lucha contra el régimen.
"No estamos interesados en ninguna parte de la iniciativa porque nosotros no tenemos armas químicas. Mis colegas y yo continuaremos los combates hasta la caída del régimen", prometió Idris en una rueda de prensa en Estambul transmitida por las televisiones árabes.
El líder rebelde se quejó de que el plan presentado por Moscú para que Damasco deje sus armas químicas bajo supervisión internacional no hable del pueblo sirio ni del armamento convencional.
"Es como si la sangre de los sirios fuera un puente para destruir solo las armas químicas", se quejó Idris, para quien no es posible que "un criminal entregue la herramienta del crimen y se le deje libre. Hay que llevar a (Bachar) al Asad ante tribunales internacionales".
Además, expresó su desconfianza hacia Rusia porque "es socio en el asesinato de los sirios: Vemos en la iniciativa una estrategia para ganar tiempo y encontrar una salvación para el régimen criminal".
El traslado de armas
En ese sentido, denunció que en los últimos días han recibido informaciones de que las autoridades sirias están trasladando las armas químicas al Líbano e Irak para ganar tiempo.
Pese a rechazar el plan ruso, aceptado por el Gobierno sirio, Idris aseguró que el ELS no va a obstaculizar el trabajo de los inspectores internacionales que lleguen a Siria para verificar el desmantelamiento del arsenal químico.
"Facilitaremos sus movimientos, pero no va a haber un alto el fuego", avisó.
Y señaló que la oposición armada no tiene intención de acudir a negociaciones con el régimen en Ginebra hasta lograr "garantías de que Bachar y su banda criminal no tendrán un sitio en Siria" en el futuro.