Patricio Bañados a 25 años del "No": La dictadura me agobiaba
El periodista recordó en Cooperativa cómo se gestó y cómo vivió su protagónico rol en la franja del "No".
"No sabría responder" si valió la pena, dijo al rememorar las "agresiones cobardes" que vivió él y su familia.
Bañados dijo tener "sentimientos encontrados" al recordar el proceso de 1988, una mezcla de alegría con decepción.
El periodista Patricio Bañados revivió este lunes, en conversación con Cooperativa, su recordada participación en la franja televisiva de la campaña del "No" en el plebiscito de 1988, que definió que Augusto Pinochet dejara el poder en marzo de 1990.
"Yo estaba aquí, en Cooperativa, moderando los foros políticos que se había dado autorización ese año para hacer, y llegó hasta acá Genaro Arriagada un día a decirme que iba a haber esta franja política y que habían hecho un estudio y que yo era lejos la persona con más credibilidad entre el público y querían que yo la presentara", relató Bañados, uno de los rostros pioneros de la televisión chilena y figura emblemática de la radiodifusión nacional.
"Yo le dije si estaba loco", comentó Bañados, aludiendo a "salir todas las noches por cadena nacional a desafiar a un dictador que le ha quebrado las piernas a la gente y los ha tirado amarrados a un fierro al mar, y que además, aunque ganara la opción 'No', iba a seguir en el poder durante un año y medio más".
"Conversamos, me junté con otras personas", y pese a los temores que infundía esa tarea, "la tentación era demasiado grande: yo había sido expulsado de la televisión, llevaba cinco años cesante y la verdad es que a mí la dictadura me agobiaba", explicó Bañados.
"Yo me sentía personalmente humillado de vivir en un país con una dictadura. Es una forma indigna de vivir saber que tú no tienes derechos, que una persona puede mover un dedo y te mandan a una isla remota o te echan del país o te matan o te agarran a palos durante media hora o te dejan sin trabajo. Al final venció la tentación, porque era demasiado importante lo que se iba a jugar", explicó.
Ya grabando la franja, en el estudio de televisión "yo trabajaba con (el cineasta) Ignacio Agüero y con Eduardo Tironi, de los demás no me acuerdo de nadie. Ellos me decían: 'Ahora viene esto y se trata de tal cosa'", eso se conversaba y luego se registraba.
"Era sin textos. No existía el telepromter, nada; yo improvisaba sobre la base de lo que habíamos hablado con Nacho Agüero y con Tironi. Además estaban todos los días ahí (en el estudio) Gabriel Valdés y Patricio Echenique", recordó Bañados, quien comentó con humor cómo "ahora ha aparecido no sé cuánta gente que 'parece' que estaba ahí...".
"Una vez en un restorán incluso un señor que no he visto en mi vida me dijo: 'Yo escribía las cosas que tú leías', cuando yo no leía nada", expresó en El Diario de Cooperativa.
Agresiones cobardes
Tanto mientras se emitía la propaganda como incluso años después del triunfo del "No" el 5 de octubre de 1988 Patricio Bañados tuvo que soportar agresiones y apremios que hoy no duda en calificar de "cobardes": "Durante la franja del 'No' y después, por supuesto, fueron numerosos los acontecimientos que podría narrar de agresión a mí y a mi familia".
"Ha pasado a ser casi un lugar común que la gente cuente sus penas, pero yo cuando estaba expulsado de la televisión hice comentarios diarios durante dos años en Radio Chilena (...) y esa vez ya amenazaron a mis hijas, por teléfono, de que iban a poner una bomba en la casa o las iban a esperar a la salida del colegio. Tenían 14 ó 15 años", explicó.
"Una de mis hijas fue atropellada una vez en una calle oscura, en que no había ningún tráfico y ella iba en una bicimoto con luz y metiendo bulla, etcétera", y "una vez trataron, definitivamente,de atropellarme", aseguró el profesional.
"A la puerta de mi casa tiraron basura durante 10 años después de la franja del 'No'. (Hubo) amenazas telefónicas, provocaciones, pero siempre –y esto es bastante decirlo- provocaciones cobardes: nunca se ha parado delante mío alguien a decirme nada, siempre es una cosa que tú no sabes de dónde viene, o mandan al niño chico en el restorán a que te estrelle la silla, y a un niñito de ocho años ¿qué le vas a hacer tú?, pero es el padre o la mujer que le dice: 'Pasa por el lado y di tal cosa'. Entonces es muy triste, porque son agresiones muy cobardes", lamentó Bañados.
¿Valió la pena todo el sacrificio? "Qué difícil pregunta", admitió el periodista a Cooperativa.
"Por su repercusión cualquiera dice inmediatamente: 'Por supuesto que sí', pero cuando uno ve que se puede vivir tranquilo, fácilmente, sin hacer sufrir a los tuyos ni sufrir tú postergaciones... en fin; no sabría responder", expresó.
"Yo puedo elogiar a la franja del 'No' sin ningún falso pudor porque no fue obra mía, yo no tuve nada que ver con la franja del No, salvo que yo di la cara y me expuse a todos los peligros, que hoy día se han olvidado. Hoy día ha pasado a ser casi como una aparición en 'Sábados Gigantes', pero la verdad es que en ese momento la gente que me atajaba en la calle me decía: '¿Pero cómo ha podido usted hacer esto?'", indicó el comunicador.
La Concertación fue un desencanto, pudo hacer más
Patricio Bañados también manifestó su decepción por la manera como se desarrolló el periodo posterior al triunfo del "No": la larga transición a la democracia.
"Con todos los peros y las consideraciones del caso, porque no se trata aquí de decir un absurdo, como que deberían salir las masas a la calle o que había que llamar una asamblea constituyente al día siguiente -ésas son tonterías, la típica caricatura que se hace de lo que uno dice- yo creo que con prudencia, con discreción, con inteligencia, ciertamente en los 20 años de la Concertación se pudo hacer mucho más de lo que se hizo, mucho más", afirmó.
"En ese sentido, para mí el periodo de la Concertación fue un gran desencanto. Sin desconocer las dificultades, porque ya te van a salir con que estaba el Ejército, que aquí que allá... Eso lo entiendo perfectamente, había que proceder con pies de plomo, pero entre proceder con cautela, con prudencia, y no proceder, hay tanta distancia como entre proceder torpemente y proceder con cautela", explicó.
Por tal motivo al mirar hoy hace 25 años hay "sentimientos encontrados: por un lado fue un privilegio, algo casi mágico poder protagonizar" la campaña, pero "está mezclada la alegría de haber hecho eso -tal vez lo más significativo que se haya hecho en la televisión chilena; derribar a un dictador- con la amargura de que posteriormente no todo fue de acuerdo a lo que yo creo".
"Yo no represento a nadie, jamás he pertenecido a un partido político, pero creo que era la esperanza de la mayoría que votó que 'No' que hubiese algunos cambios sustanciales que no se produjeron".