La historia tras el conejo carbonizado en Melipilla
La fotógrafa Karin Pozo, de la agencia UPI, es la autora de la dramática captura hecha en Melipilla.
"Fue súper fuerte. Vi al conejo y me apreté entera de pura pena, pero tenía que tomar la foto", concluyó Pozo.
La escena era aún más cruda de lo que se puede apreciar en la imagen.
La fotografía desató un debate en torno al cuidado de la naturaleza, pero también por lo explícito del registro: un conejo aparece carbonizado, en primer plano, tras el incendio que afectó a un bosque de Melipilla.
Karin Pozo, fotógrafa de la agencia UPI y autora de la dramática captura, comenzó temprano en la mañana del miércoles su jornada. Su tarea para el día era llegar hasta la provincia al oeste de la Región Metropolitana, para registrar lo que había afectado el fuego y también cubrir la llegada del ministro de Agricultura, Luis Mayol, a la zona.
"Llegamos a la hacienda Llancay, como a las ocho y media y, mientras esperaban al ministro de Agricultura, que llegaba a las 11 de la mañana, yo me quedé dando vueltas por el lugar", cuenta la profesional de 31 años.
Luego, "para aprovechar el tiempo, le pedí al cuidador de la hacienda si me podía acompañar a dar una vuelta para ver cómo había quedado el sitio después del incendio".
Así fue que "estuve recorriendo, me metí entremedio de las cenizas. El cuidador me había contado que durante el incendio los conejos pasaron prendidos, en llamas. En el lugar sólo había conejos y muchas cenizas".
Pero la escena era aún más cruda de lo que se puede apreciar en su imagen. "Había algunos a los que se le quemaron primero las patas, las orejas. El conejo de la fotografía fue el único que encontré parado y entero, los otros estaban en el suelo, acostados, como de lado", detalló Pozo a LUN.
De acuerdo con la impresión de la fotógrafa, el animal vio truncado su camino, después de que lo alcanzaran las llamas. "Fue súper fuerte. Vi al conejo y me apreté entera de pura pena, pero tenía que tomar la foto", concluyó Pozo.