Skype asegura que información de usuarios está segura tras ataque cibernético
El Ejército Electrónico Sirio hackeó su sistema el miércoles acusando a Microsoft de entregar datos de sus usuarios a los gobiernos.
Skype asegura que recuperó el control "rápidamente" y que "ninguna información de los usuarios se vio comprometida".
La popular empresa de comunicaciones a través de Internet Skype aseguró que la información de sus usuarios está segura después de que el Ejército Electrónico Sirio se hiciera el miércoles momentáneamente con el control de las cuentas de Skype en las redes sociales Twitter y Facebook y de su blog.
El Ejército Electrónico Sirio, un grupo de "hackers" que apoya al presidente sirio, Bashar al Assad, lanzó este un ataque cibernético para protestar contra el espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y, en esta ocasión, acusó a Microsoft, propietario de Skype, de vender información de los usuarios a los gobiernos.
Aunque Skype recuperó rápidamente el control de sus cuentas en las redes sociales y su bitácora, los piratas tuvieron tiempo de enviar varios mensajes en los que alertaban a los usuarios de que si usan las cuentas de Microsoft para su correo electrónico se arriesgan a que su información personal acabe en manos de Gobiernos.
Con este mensaje, el Ejército Electrónico Sirio (SEA, por sus siglas en inglés) se refería a las informaciones reveladas en 2013 por el exanalista de la NSA Edward Snowden que apuntaban que Skype formaba parte del programa de la NSA para supervisar comunicaciones a través algunas de las mayores empresas de Internet de EE.UU.
Skype reconoció este jueves, después de que el SEA reivindicara el ataque, en un comunicado que sus cuentas en las redes sociales y su blog habían sido pirateados temporalmente, pero destacó que recuperó el control "rápidamente" y que "ninguna información de los usuarios se vio comprometida".
Este no es el primer ataque del Ejército Electrónico Sirio , que ya pirateó en varias ocasiones el año pasado las páginas web del New York Times, el Financial Times y una cuenta de la BBC en Twitter.