Utilizan drones para monitorear caza furtiva de rinocerontes en Africa
Expertos españoles realizaron pruebas para detectar a cazadores infiltrados en parcelas de la provincia de KwaZulú Natal.
Las aeronaves están equipadas con cámaras y dispositivos de detección térmica.
Algunas capturas de los drones en operación, durante las pruebas.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España desarrolló un sistema de vigilancia que contempla el uso de aviones no tripulados para la detección de los cazadores furtivos que amenazan las poblaciones de rinocerontes africanos.
Las pruebas se realizaron en la provincia sudafricana de KwaZulú Natal, durante agosto de 2012.
Y mediante estos aparatos, los investigadores del organismo español pudieron localizar a los rinocerontes, detectar intrusiones de personas y monitorizar las vallas por las que acceden los cazadores furtivos a las parcelas donde se mantienen a los animales.
Las aeronaves, con un tamaño cercano a los 2 metros, están equipados con cámaras fotográficas y de video en alta resolución, además de un dispositivo de espectro térmico para trabajar por la noche.
Con las pruebas evaluaron los factores que pueden llegar a reducir la eficacia del sistema, como el tipo de vegetación, las horas del día y la altura de vuelo y también recogen sus limitaciones, gracias a lo cual se pudieron generar propuestas para optimizar su manejo.
Margarita Mulero-Pázmány, de la Estación Biológica de Doñana del CSIC, señaló que "este trabajo demuestra que los aviones no tripulados pueden funcionar como una herramienta útil para la vigilancia de áreas sensibles, especialmente las de difícil acceso, como apoyo en las operaciones contra el furtivismo y como método complementario para la investigación de la ecología de los rinocerontes".
La fuente de energía de los drones utilizados es eléctrica, por lo que son silenciosos, pasan desapercibidos por los cazadores ilegales, y no impactan en el ambiente en el que son utilizados.
Su costo es reducido, de manipulación sencilla y no necesitan de gran espacio para su despegue, por lo que su despliegue puede ser mucho más rápido que la más pequeñas de las aeronaves tripuladas que existen.