El caso Hollande y el resguardo de la vida privada
Actualmente no hay "ninguna posibilidad", dice Franz-Olivier Giesbert, biógrafo de Mitterrand, Chirac y Sarkozy.
El mandatario comparece este martes ante cientos de periodistas.
En medio de su bajo índice de popularidad el mandatario afronta el conflicto derivado de sus amoríos, que tienen a su pareja hospitalizada por un "ataque de tristeza”.
El presidente de Francia, François Hollande, "paga el error" de haber obviado que vivimos en la época de la "transparencia total" que no deja "ninguna posibilidad de vida privada" a nadie.
Así dijo en entrevista con la agencia EFE el director del semanario Le Point, Franz-Olivier Giesbert, con motivo de la presentación en Madrid de su novela histórica "La cocinera de Himmler" (Alfaguara).
"Pienso que el problema de hoy es que ya no hay ninguna posibilidad de vida privada para un gobernante o para un ciudadano normal. Hemos entrado en una época en la que hay una especie de transparencia total con los teléfonos inteligentes, que hacen que lo que era posible antes ya no lo sea, pues todo el mundo puede hacer fotos a todo el mundo", dice Giesbert, gran conocedor de la vida política francesa de las últimas décadas, que fuera íntimo amigo de François Mitterrand y allegado de Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, además de biógrafo de los tres.
"Hollande paga ese error, ya que hace 20 0 30 años no le habrían pillado", agregó el autor, ex director de Le Nouvel Observateur, aludiendo a las revelaciones de la relación "secreta" del presidente francés con la actriz Julie Gayet.
Expectativas
El mandatario debe comparecer hoy en una multitudinaria conferencia de prensa en el Palacio del Elíseo para precisar sus planes económicos, pero que va a estar cruzada por las revelaciones de sus amoríos.
La conferencia se realizará a partir de las 16:30 horas locales (12:30 hora de Chile) ante varios cientos de periodistas, que prestarán particular atención a la clarificación que esperan del jefe del Estado sobre su derecho a la intimidad.
Aunque buena parte de la clase política francesa ha coincidido con Hollande en que tiene derecho a una vida privada, algunos de sus rivales políticos, como el presidente del partido conservador UMP, Jean-François Copé, también han insistido en que clarifique ciertos elementos, en particular si su pareja oficial, Valérie Trierweiler, se sigue considerando la primera dama.
Esa figura no tiene ningún estatuto legal en Francia, pero en la práctica Trierweiler tiene un gabinete de cuatro personas en el Elíseo pagado con dinero público, al igual que algunos de sus desplazamientos, considerados oficiales, y su dispositivo de seguridad.
La que ha sido la compañera de Hollande en los últimos años, hospitalizada desde que se hizo pública la presunta relación con Gayet, también ha indicado que quiere saber cuál será su situación oficial.
Otra cuestión con una dimensión política de las escapadas amorosas del jefe del Estado es hasta qué punto estaba garantizada su seguridad.
Todo eso hará más difícil transmitir el mensaje del presidente sobre su estrategia económica, que desde que lo anunció el pasado 31 de diciembre pasa por el "pacto de responsabilidad" que pide a las empresas.
Con este pacto, el Gobierno se va a comprometer a una reducción masiva de las cotizaciones sociales (se habla de varias decenas de miles de millones de euros) para tratar de hacer más competitivas las empresas, en un momento de fuerte déficit comercial.