Obama apeló a "héroes anónimos" para lanzar enérgico mensaje optimista
Presidente de EE.UU. realizó su discurso sobre el Estado de la Unión.
En su alocución trató de hacer olvidar que su Administración pasa por sus horas más bajas.
Obama leyó un discurso pegado a la realidad y sin grandes promesas.
Una emprendedora, un agricultor, un médico y un joven militar que casi muere en Afganistán fueron algunos de los héroes anónimos de los que se sirvió el presidente de EE.UU., Barack Obama, para lanzar un enérgico mensaje optimista en su discurso sobre el Estado de la Unión.
Durante una hora y cinco minutos, un Obama relajado y seguro trató de hacer olvidar que su Administración pasa por sus horas más bajas y puso el foco en las oportunidades de futuro de los principales destinatarios de su alocución: la clase media y baja del país.
En un discurso pegado a la realidad y sin grandes promesas, los momentos más emotivos los protagonizaron un joven militar que sobrevivió a una explosión en Afganistán, las miles de mujeres que cobran menos que sus compañeros varones por desempeñar la misma labor y los más de 11 millones de indocumentados que residen en el país.
Cory Remsburg, que ha sobrevivido a fuerza de tesón a sus gravísimas heridas en Afganistán, se llevó la ovación más cálida de la noche, con todos los asistentes de pie y aplaudiéndole -incluido el presidente, que le dedicó el final de su discurso-, un honor al que, por sus problemas en un brazo, respondió con una sola mano, golpeándola contra el pecho, y visiblemente emocionado.
Otro de los momentos que pusieron en pie al Hemiciclo fue la apasionada y gráfica defensa que hizo Obama de la igualdad salarial para la mujer. "Es hora de acabar con las políticas laborales que parecen sacadas de un episodio de 'Mad Men'", dijo, en referencia a esta serie de publicistas ambientada en los sesenta, una de sus favoritas.
El alegato por la reforma migratoria, que no se llevó más de un párrafo del discurso presidencial, arrancó, sin embargo, una encendida ovación entre los asistentes, con el aplauso incluso del líder de la mayoría republicana en la Cámara, Eric Cantor.
Como es habitual en sus alocuciones, Obama destacó en varias ocasiones la labor de la primera dama, Michelle, en campañas como la dirigida a luchar contra la obesidad.
El optimismo de Obama con el futuro quedó patente a lo largo de todo su discurso, en el que llegó a decir, sobre las negociaciones nucleares con Irán que "si John Kennedy y Ronald Reagan pudieron negociar con la Unión Soviética, indudablemente un país fuerte y seguro de sí mismo como Estados Unidos puede negociar con adversarios de menor peso en la actualidad".
Pero, del mismo modo que en los muros del Congreso sonó el eco de sus dos grandes promesas de 2013 fallidas (la reforma migratoria y el control de armas), Obama tampoco pudo cumplir dos promesas que hizo el año pasado: un discurso más corto (duró unos minutos más) y ser más puntual (comenzó con 10 minutos de retraso).