Víctima de Martín Larraín fue enterrada sin autopsia

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Autor: Cooperativa.cl

El procedimiento "no se practicó", dijo a Cooperativa el perito Luis Ravanal.

Subrayó que el informe inicial de Mario Peña y Lillo es una "falsedad".

 UPI

Ravanal, ex funcionario del SML, señaló que la autopsia efectuada tras la exhumación de Hernán Canales constata que hubo "esfuerzos que no se aplicaron" para salvarlo.

El médico forense Luis Ravanal Zepeda dijo este miércoles a Cooperativa que la "segunda autopsia" realizada al cadáver de Hernán Canales el 28 de octubre, tras la exhumación del cuerpo, comprobó que el primer procedimiento forense, a cargo de doctor Mario Peña y Lillo, nunca se practicó. 

Hernán Canales murió el 18 de septiembre en Curanipe tras ser atropellado por Martín Larraín Hurtado, hijo del senador Carlos Larraín, y el informe de Peña y Lillo señaló que la gravedad de sus lesiones hacía imposible que hubiera sobrevivido, pese a recibir atención oportuna.

"Tras la exhumación pudimos constatar algo que fue sorprendente, que causó y sigue causando mucho revuelo: que se describieron lesiones mortales o potencialmente mortales que no existían", dijo Ravanal, que afirmó no saber "cuál ha sido la motivación que tuvo el médico para inventar este tipo de lesiones".

Ejemplificó que en el texto se describía un desgarro de la arteria aorta, cuando ésta se encontraba "indemne, impecable". También se indicaba "que las costillas se incrustaron, penetraron en ambos pulmones", pero "nosotros constatamos que estaban intactos, sin lesiones". Peña y Lillo además "describe en el primer informe de autopsia todas las estructuras intracraneales, y el cráneo nunca fue abierto".

"Eso es realmente un acto de falsedad de un documento público. Por eso ha sido formalizado el médico que realizó este informe, son situaciones graves" y la conclusión experta es que "la autopsia no se practicó: los órganos estaban en su lugar, nunca habían sido disecados, por lo tanto, (Peña y Lillo) no podría ni siquiera haber observado lo que describe haber visto", indicó Ravanal a Una Nueva Mañana.

Lesiones "no necesariamente mortales"

En la "segunda autopsia" él participó a solicitud del abogado de la familia Canales, Gonzalo Bulnes, mientras por el SML lo hizo la doctora Vivian Bustos y por parte de defensa de Larraín, Carmen Cerda.

Esta última "aún no entrega su informe", pero mientras los tres examinaban el cuerpo exhumado ella también "se sorprendió por las descripciones falsas" del informe anterior y porque, en definitva, "era un cadáver que no había sido autopsiado", aseguró Ravanal.

Su conclusión, "con base científica y a través de una serie de argumentaciones técnicas precisas", señala que Hernán Canales presentaba "lesiones que no eran necesariamente mortales", sino que "médicamente tratables, por lo tanto recuperables".

Si bien es difícil definir "en qué condiciones estaba el afectado, cuánto tiempo estuvo inconsciente en periodo agónico" tras el atropello, sí se puede presumir que había "probabilidades de vida" y, por ende, que hubo "una serie de esfuerzos que no se aplicaron", en la medida que el hombre fue dejado en el lugar del accidente.