Ezzati, investido como cardenal en medio de nueva polémica por Karadima
Se convierte en el séptimo purpurado chileno en la historia de la Iglesia Católica.
La ceremonia se produce a días de una denuncia contra el ex párroco de la Iglesia El Bosque por presidir una misa.
El arzobispo Ezzati estará presente en el Vaticano para ser investido como cardenal.
El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, fue investido este sábado junto a otros 18 religiosos, como los nuevos cardenales de la Iglesia Católica, en una ceremonia en la basílica de San Pedro del Vaticano.
Ezzati es un salesiano de origen italiano y amigo personal del papa Francisco. Nacido en Vicenza, fue ordenado sacerdote en 1970, once años después de haber llegado a Chile y es arzobispo de la diócesis de la capital desde 2011.
Esta ceremonia se produce a pocos días de conocerse una denuncia en contra de Fernando Karadima por celebrar una misa estando impedido para aquello, luego que fuera sancionado por el Vaticano por considerarlo culpable del delito de abuso de menores, estableciendo la prohibición perpetua del ejercicio público de cualquier acto del ministerio.
Según los denunciantes -que acusan a Ezzati como "encubridor" de Karadima-, la imagen corresponde al 4 de diciembre del 2013 en el Convento de las Siervas de Jesús de la Caridad, donde vive el ex párroco de El Bosque. La Iglesia confirmó la veracidad de la imagen y anunció que informará a la Congregación para la Doctrina de la Fe, con Karadima arriesgando la expulsión del estado clerical.
La ceremonia
Francisco protagonizó el que será el primer Consistorio público de su pontificado con los 19 nuevos integrantes del Colegio Cardenalicio, cuyos miembros menores de 80 años eligen a un nuevo pontífice en el caso de que el anterior muera o renuncie.
Los nuevos purpurados recibieron de manos del papa un anillo, símbolo de su nuevo compromiso universal con la Iglesia, y el capelo cardenalicio, rojo como la sangre de los mártires que dieron su vida por defender su fe.
A cada uno de los 19 nuevos cardenales se les asignará también una iglesia o diaconía en Roma, como señal de su nuevo deber contraído con respecto al cuidado pastoral de la ciudad corazón del catolicismo en ayuda del pontífice.
Con esto Ezzati se suma a José María Caro, Raúl Silva Henríquez, Juan Francisco Fresno, Carlos Oviedo, Jorge Medina y Francisco Javier Errázuriz, convirtiéndose en el séptimo cardenal de la Iglesia Católica chilena.