Rubén Blades responde a Maduro: El sistema chavista no es aceptado por la mayoría

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Autor: Cooperativa.cl

El cantautor panameño hizo una dura crítica a Nicolás Maduro, enrostrándole que ganó con menos del 2%.

"La represión, la censura y la demagogia" no son respuestas racionales a la crisis, dijo.

 Rubenblades.com

Blades rechazó las continuas descalificaciones la la oposición, que "no está formada por cuatro gatos fascistas, como se pretende hacer ver".

El cantautor panameño Rubén Blades profundizó en las últimas horas en sus críticas al Gobierno y al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

El artista publicó el martes de esta semana en su página web un artículo en el que lamentó la "polarización" del país y la "intransigencia de los grupos en pugna, gobierno y oposición", cuyos argumentos "suenan demagógicos a los oídos independientes", planteó.

"Si estás a favor de la oposición, eres un burgués parásito, agente de la CIA, vendido al Imperio. Si favoreces al gobierno eres un comunista, maleante, vendido a Cuba y a los Castro. Ninguna de estas definiciones habla de Venezuela y de su necesidad. Solo pintan el odio y la expectativa personalista de quien esgrime el argumento, impidiendo la posibilidad de un diálogo inteligente y patriótico", manifestó Blades, cuyas declaraciones fueron respondidas en una cadena de televisión por el propio presidente Maduro.

"Rubén, te invito a que vengas a Venezuela, para que converses con nuestra gente. A esta revolución tu más bien deberías incorporarte, porque (...) todos los días un artista dice algo contra la revolución bolivariana para crear toda una campaña, crear las condiciones para intervenir Venezuela", declaró el jefe de Estado.

En reacción, Blades publicó en su sitio web una "Respuesta al presidente de Venezuela, señor Presidente Maduro", en la que "sin ánimo de entablar duelos epistolares", aclara que sus comentarios sobre "la difícil situación que hoy vive Venezuela no son derivados de las noticias de CNN, o de Univisión, o cualesquiera otra fuente noticiosa, 'imperialista' o no. Nacen de cartas, comentarios y de reflexiones hechas por amigos, dentro y fuera de Venezuela, y de la lectura cuidadosa y analítica de innumerables publicaciones, tanto afectas como antagonistas a su gobierno".

"El carácter diverso del material que usualmente escojo para mis lecturas tiende a nutrir amplia y objetivamente mis puntos de vista. No me he sumado, consciente o inconscientemente, a ningún tipo de complot orquestado por la C.I.A., ni formo parte de ningún 'Lobby Internacional' con el propósito de crear mala publicidad para gobierno alguno. Me sorprende escuchar una vez más este tipo de acusaciones, en pleno siglo XXI, cuando debíamos haber superado ese asunto de las etiquetas. Si critico a alguien que se considera de izquierda, soy de la CIA; si critico a quien se considera de derecha, entonces soy comunista; cuando critico al militarismo, soy 'subversivo'", alegó Blades.

Venezuela está desunida

El artista reconoce en su carta las "consecutivas elecciones ganadas" por Hugo Chávez como una muestra del "desprestigio de la partidocracia tradicional en Venezuela y el deseo de cambio expresado libremente en las urnas por la voluntad popular".

Sin embargo, advierte que "hoy Venezuela no es una Nación unida: es un país cuya población está polarizada políticamente, una sociedad sumida en contradicciones obvias, con un gobierno electo por un estrecho margen, 1.49%, que no alcanzó el 51% de los votos de alrededor de un 80% de la población votante y con un ausentismo electoral del 20.32%".

"Ese gobierno, sin embargo, está decidido a imponer un sistema político/económico (que no califico ni descalifico), pero que obviamente no es aceptado por la mayoría de la población", sostuvo.

 

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"No me he sumado a ningún tipo de complot orquestado por la CIA", afirmó el artista. (RubenBlades.com)

 

"En una situación como la descrita, parece recomendable realizar una consulta nacional para que el pueblo tome su decisión. Sin ello, lo que se percibe es eso, una imposición. Creo que su gobierno, Presidente Maduro, no posee la mayoría representativa que justifique lo que le está haciendo al país. Por otro lado, la oposición, mezcla de lo que existió en el pasado político de Venezuela y de lo nuevo que hoy lucha por hacerse respetar y considerar, no está formada por cuatro gatos fascistas, como se pretende hacer ver. Es una vital cantidad de personas", argumentó.

"En estas circunstancias, la realidad de Venezuela es hoy como sería la de una casa donde la familia esta dividida, y existen habitaciones en las que la otra mitad no puede vivir, ni transitar. La Venezuela de hoy no es la Nación que todos sus habitantes desean, es una versión de país a la que sólo parece apoyar el 50% de la población, tomando en cuenta el total de los votos emitidos en las elecciones del 2013. Esa realidad determina la necesidad de considerar una modificación del rumbo presente, en busca de un balance que permita el desarrollo del argumento nacional en sus propios términos, más realista y menos agresivo; una Venezuela en la que no sean necesarios los gritos de 'Patria o Muerte', entre hermanos", escribió el cantautor.

El infantilismo de la izquierda

Rubén Blades incluso se dio tiempo para discutir en el plano de la teoría marxiana las políticas que está llevando a cabo Maduro y sus colaboradores.

"Como los Chavistas se auto-definen como 'Socialistas', debemos asumir que comprenden de lo que hablan, y que han estudiado a quienes inicialmente convirtieron las teorías sociales de Marx y Engels, en propuestas experimentales del socialismo y el comunismo, particularmente en Rusia, tras la revolución bolchevique de 1917. Deben conocer, por ejemplo, los comentarios vertidos por Vladimir Ilich Lenin en su folleto titulado, La Enfermedad Infantil del Izquierdismo en el Comunismo, (este título no es un artificio al estilo Borges, así lo tituló el propio Lenin y si no lo creen, pregunten a Fidel, que él debe haberlo leído). En ese escrito cita Lenin los errores que se cometen en nombre del izquierdismo, por no considerar las circunstancias objetivas a la hora de tomar decisiones, y peor aún, las consecuencias históricas que produce no reconocer y rectificar dichos errores. Allí describe cómo, en 1918, los camaradas Radek y Bujarin, máximos representantes del entonces llamado "Comunismo de Izquierda", fueron obligados a reconocer públicamente su error, al no comprender ni aceptar inicialmente que, el argumento para justificar la Paz de Brest, no constituía necesariamente un compromiso con los imperialistas, sino que obedecía a una necesidad política determinada por las condiciones objetivas del momento, algo que Lenin describió como un 'do ut des', un te doy para que me des. La metáfora que hace Lenin sobre asaltantes y asaltados aclara muy bien el argumento. ¿No es, acaso, un 'do ut des' el acuerdo que tiene Venezuela con el 'imperialismo' en el caso del petróleo venezolano, que suple a Estados Unidos a cambio de los dólares que necesita la economía del país?"

Aquel mismo criterio determina que "en las presentes circunstancias, no resulta apropiado que su gobierno imponga sus deseos, o desconozca, o pretenda ignorar la validez de los argumentos planteados por sus críticos venezolanos. No creo que es a través de la represión, la censura, o el recurso demagógico que se produce la respuesta racional a una condición objetiva inobjetable. Tal actitud solo provocaría más violencia, que generaría la posibilidad de una ingobernabilidad, un vacío político que podría ser llenado con un golpe militar, la única institución con la capacidad de organización y poder coercitivo para enfrentar el caos institucional y civil resultantes".

"Detengan la diatriba"

"Nunca he estado, no estoy, ni estaré de acuerdo con intervenciones armadas del país que sea en los asuntos internos de nuestras naciones. Categóricamente lo digo. El mío sufrió ese mal, y no lo justifico de ninguna manera", remarcó el cantante, que rechazó la "invitación" de Maduro "a visitar Venezuela", que "podría ser considerada como un endoso a su gestión y a la posición de su gobierno".

"Le expreso mis opiniones, Señor Presidente, sin odio, sin agendas secretas, ironías, ni intereses subrepticios. Reitero mi agradecimiento por el tono de su conversación y por su consideración al otorgar la atención de su valioso tiempo a las palabras de este panameño de Latinoamérica. Termino con una especie de ruego a los bandos enfrentados en la querida Venezuela: empiecen a sumar y dejen ya de restar. Y que se detengan los insultos y la diatriba, para que los venezolanos empiecen a conversar; que el silencio es el mejor preámbulo a un diálogo razonado. Viva Venezuela!", finaliza el escrito.