¿Pueden los empresarios evitar la reforma tributaria?
La CPC volvió a advertir que ésta puede "pegarle" al crecimiento.
Expertos debaten sobre el grado de "espacio" que hay para influir en esta promesa de la Nueva Mayoría.
El futuro Gobierno ha anunciado que va a enviar el proyecto de reforma al Congreso durante los 100 primeros días.
Fue una de las grandes promesas de campaña y a contar del 11 de marzo será de seguro el tema de mayor discusión económica del año.
Se trata de la reforma tributaria, que va a aumentar a 25 por ciento el impuesto de primera categoría para las empresas en pos de financiar la reforma educacional.
En su última aparición pública el designado ministro de Hacienda, Alberto Arenas, confirmó que el proyecto será enviado al Congreso dentro de los primeros 100 días de Gobierno.
Serán tres meses de intenso debate, en medio de un escenario económico de desaceleración, como confirmó el Imacec de enero, conocido este miércoles. La actividad ha crecido por debajo del 3 por ciento en los últimos meses y eso preocupa al interior del gran empresariado.
En su primer encuentro del año el tema se tomó la agenda, al punto que se dispuso un equipo técnico encargado de analizar los alcances de la propuesta. "Queremos ser parte del debate"; "Espero que el Gobierno de Michelle Bachelet piense en lo mejor para Chile", declaró ayer el presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz, quien advirtió cómo la reforma puede "pegarle" al crecimiento.
¿Hay espacio para influir?
Entre los expertos hay opiniones variadas respecto de cómo asumirán los empresarios la modificación de la carga impositiva.
El economista y director ejecutivo de Econsult, José Ramón Valente, opina que hay poco espacio para negociar e incidir en el debate de la reforma tributaria, pues ya en campaña fue un tema ampliamente discutido y la Nueva Mayoría no varió su discurso.
"Hubo bastante debate durante la campaña. Esas opiniones han sido vertidas y aun así se ha seguido adelante con este proyecto. Me cuesta pensar que haya mucho espacio para la negociación", dijo Valente.
"'En pedir no hay engaño', como dice el dicho popular, pero siendo políticamente realistas, no veo mucho espacio para esa negociación", sentenció el experto.
Para el economista de la Universidad de Chile Joseph Ramos, será importante el rol político de Alberto Arenas para intentar conseguir que los empresarios vean esta reforma como una inversión a largo plazo que avanza en "paz social".
En definitiva, que se entienda tal como fue la reforma tributaria de Patricio Aylwin, de características similares a la actual, y que no afectó el crecimiento: "Se sentía que esa reforma tributaria había logrado un consenso social para seguir avanzando".
"En este caso, si esta reforma tributaria y su mayor gasto en educación para la calidad de la educación, si está bien llevado a cabo, el empresariado –que se guía mucho por expectativas- puede sentir que se ha logrado paz social para los próximos 10 años y acelere su inversión, como lo hizo en el periodo de Aylwin", dijo Ramos.
El equipo de Bachelet ya trabaja en el borrador de la iniciativa. Según reconocen parlamentarios de la Nueva Mayoría, han existido conversaciones y almuerzos con asesores del Ministerio de Hacienda y la idea es reunirse todas las semanas después el 11 de marzo, pues este proyecto es visto como prioritario.
También hay consenso en que la iniciativa será de largo plazo y tendrá una vigencia de por lo menos 10 años, con la idea de dar garantías de tranquilidad a los inversionistas.