Rafael Correa confirmó cumbre de Unasur por Venezuela en Santiago
Se efectuará el día martes, aprovechando la asistencia de presidentes al cambio de mando.
La decisión se resolvió tras consultarle al Gobierno de Nicolás Maduro "por elemental cortesía".
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, confirmó que los presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se reunirán la próxima semana en Santiago de Chile para analizar la crisis en Venezuela.
En una entrevista de televisión, Correa declaró que se aprovechará la asistencia de la mayoría de gobernantes sudamericanos a los actos de investidura de Michelle Bachelet para mantener la reunión sobre Venezuela.
"Finalmente va a haber una reunión de presidentes de Unasur", además de otra cita de los cancilleres de la región, dijo el mandatario ecuatoriano al aclarar que esos encuentros se organizaron tras hacer las respectivas consultas al Ejecutivo de Caracas.
Se han hecho consultas al presidente Nicolás Maduro para "aprovechar" la asistencia de los presidentes y "efectuar una reunión de Unasur el próximo martes", insistió Correa.
"Para tener esa iniciativa primero le consultamos al Gobierno venezolano, por elemental cortesía", agregó, tras criticar la posición de Panamá, que pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA) analizar la situación en Venezuela sin consultar a Caracas.
Ésa, dijo el mandatario ecuatoriano, es la "insolencia" de un país que "sin consultarle al Gobierno involucrado" dice que "hay que llevar el caso de Venezuela a la OEA".
"Por elemental respeto se debía consultar" al presidente Maduro, insistió Correa, al remarcar el apoyo de su Gobierno al Ejecutivo de Caracas, contra el que se convocan protestas por la oposición desde hace tres semanas.
"La verdad es que el acosado es el Gobierno legítimo de Venezuela", dijo el jefe del Estado ecuatoriano al afirmar que en las protestas "hay gente pagada con financiamiento exterior que claramente busca desestabilizar al Gobierno legítimo de Nicolás Maduro".
Insulza responde a Maduro
Venezuela vive una ola de protestas desde el pasado 12 de febrero contra el Gobierno de Maduro, que en algunos casos han desembocado en actos de violencia con un saldo de 19 muertos, más de 300 heridos y centenares de detenidos.
El Consejo Permanente de la OEA, reunido ayer en Washington, descartó la posibilidad de convocar una reunión de consulta de los cancilleres del continente para tratar el asunto de Venezuela.
Tras casi cinco horas de reunión, los embajadores de los Estados miembros descartaron por falta de consenso la propuesta planteada por Panamá.
En la ocasión el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, lamentó las críticas dirigidas al organismo por parte de Maduro y la ruptura de relaciones con Panamá.
"Que alguien sugiera que una simple reunión de la Organización de Estados Americanos, realizada con arreglo a las normas que nuestros propios países han aprobado de manera unánime, sea una 'injerencia indebida' o una forma de intervención, sólo está demostrando también la significación que la OEA conserva plenamente", afirmó Insulza ante el Consejo Permanente.
"Creo que desde hace mucho tiempo la OEA aplica una mano bastante pareja para todos los conflictos y problemas de los países, y yo creo que esto es un fetiche del pasado", dijo Insulza a la prensa al ser consultado por las críticas de Maduro.
El secretario general sugirió que esa impresión de la OEA permanece desde los tiempos de "dictaduras militares" en el continente, pero actualmente "nadie podría pensar siquiera en una intervención" decretada por el organismo "por una pequeña mayoría de votos", y señaló que la organización es "irremplazable".
Crisis "innegable"
Sobre la ruptura de relaciones entre Venezuela y Panamá, Insulza indicó que no le "gustan" ese tipo de medidas, "no sólo en este caso, en general creo que con el rompimiento de relaciones no se avanza en absoluto en el entendimiento entre países".
"Los rompimientos de relaciones me parecen poco efectivos y además es una cosa bastante latinoamericana, en América Latina se rompen relaciones con bastante más frecuencia que en otras partes", señaló.
Insulza consideró "innegable que existe una crisis política profunda" en Venezuela y que la solución "no pasa por el derrocamiento de un Gobierno que fue elegido hace menos de un año ni por el desconocimiento y hostilización permanente de una oposición que también mostró su fuerza en las urnas", sino por el diálogo.