La campaña para retirar el monumento en honor a José Toribio Merino

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Autor: Cooperativa.cl

Creadores también solicitan que se retire su nombre de auditorios y un navío de la Armada.

La campaña fue iniciada por un grupo de marinos constitucionalistas.

Un grupo de civiles e integrantes en retiro de las Fuerzas Armadas y de Orden inició una campaña a través de Internet para solicitarle a la Presidenta electa, Michelle Bachelet, el retiro del monumento al ex comandante en jefe de la Armada, José Toribio Merino, y la remoción de su nombre de un navío y auditorios de la institución.

El monumento se alza desde mayo de 2002 en los jardines del Museo Marítimo, la antigua Escuela Naval, y es visible desde el Paseo 21 de Mayo, un histórico mirador hacia el puerto de Valparaíso.

"Exaltar tal personaje es una opción política que reivindica la dictadura. Merino fue un extravagante miembro de la junta militar, partidario de resolver los problemas del mundo a través de una tercera guerra mundial y los litigios chileno-argentinos a través de otra guerra que se decidiría en un colosal combate naval", explican los creadores de esta iniciativa, según consigna The Clinic Online.

"Quienes vivieron los años de la dictadura, recuerdan las engreídas lecciones televisadas prodigadas a través de la televisión por el vicealmirante, de contenido racista hacia los bolivianos, calificados de 'auquénidos metamorfoseados', y justificadoras de la tortura con el 'argumento' tomado del franquismo, que los comunistas son 'humanoides sin alma', desprovistos, por tanto, de derechos humanos", agregan.

Justificación de la campaña

Además, acusan que Merino "fue uno de los principales responsables del golpe de Estado de 1973. Participó en su planificación y ordenó bombardear industrias y universidades".

La campaña añade que "está establecido que Merino, solicitado por círculos empresariales y en connivencia con el gobierno estadounidense de la época, participó en la organización del golpe contra el Presidente Salvador Allende y del régimen democrático".

También se acusa que "se insubordinó contra su superior directo, el almirante Raúl Montero, comandante en jefe de la Armada, opuesto al golpe, secuestrándolo en su domicilio. Se autoproclamó ilegalmente comandante en jefe, cargo que usurpó durante casi 17 años".

"Merino fue uno de los principales organizadores de los gravísimos crímenes masivos y planificados, suficientemente documentados. En su caso, las violaciones de los derechos humanos comenzaron antes del golpe de Estado, con las brutales torturas al personal de la Armada que intentó denunciar el golpe", añade la justificación de la campaña.

A juicio de los firmantes, "la estatua simboliza el golpe militar-empresarial, pues fue financiada por conocidos empresarios cómplices del golpe y de la dictadura como Eliodoro Matte, Ricardo Claro, Carlos Cáceres, Hernán Büchi, Gonzalo Boffil, Gonzalo Vial y Sergio de Castro, entre otros".

"El permitir que se mantenga la identificación de la Armada de Chile con Merino, no sólo es una burla a las víctimas. Su presencia en un recinto naval indica, desafiante, que la Armada es un territorio donde subsisten los principios golpistas y las leyes de la República no rigen plenamente. Asimismo, ensalzar a Merino como ejemplo para los futuros marinos, constituye una amenaza a la democracia", concluye la campaña.