Primer ministro de Malasia pidió paciencia a familiares de pasajeros

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Autor: Cooperativa.cl

"Estoy convencido de que acabaremos por encontrarlo", señaló Najib Razak.

En el avión viajaban 239 personas, 227 de los cuales eran pasajeros.

 EFE

Diversos mensajes fueron dedicados a los pasajeros de la aeronave.

El primer ministro de Malasia, Najib Razak, pidió paciencia a los familiares de las 239 personas que viajaban en el avión de Malaysia Airlines cuando desapareció el 8 de marzo mientras realizaba la ruta Kuala Lumpur-Pekín.

"El Gobierno está haciendo todo lo posible para contar con más personas, aviones y barcos con equipos avanzados. Estoy convencido de que acabaremos por encontrarlo. La cuestión es cuándo", dijo Razak en una entrevista al canal de televisión Alhijrah.

"En las actuales circunstancias, necesitamos tener paciencia y rezar", añadió Najib.

Malaysia Airlines trasladó a 115 familiares de los desaparecidos a Kuala Lumpur, donde los acoge, al tiempo que también ofrece asistencia a los que permanecen en Pekín.

En el avión viajaban 239 personas: 227 pasajeros, incluidos dos menores, y una tripulación de 12 malasios.

El vuelo MH370 despegó el sábado de Kuala Lumpur a las 00:41 hora local (16:41 GMT del viernes; 13:41 hora de Chile) y tenía previsto llegar a Pekín tras seis horas de vuelo, pero desapareció del radar una hora después del despegue.

Australia, China, Estados Unidos, Filipinas, Indonesia, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur, Tailandia y Vietnam participan en la búsqueda, que empezó en el golfo de Tailandia y ya se ha extendido hasta el mar de Andamán, en el Índico, sin encontrar el aparato o restos de él.

Se ha pedido asistencia a India en las operaciones en el mar de Andamán, donde Nueva Delhi dispone de una considerable flota.

Las autoridades malasias no descartan ninguna hipótesis sobre la desaparición del avión, incluido el secuestro y el sabotaje, aunque la posibilidad de una acción terrorista ha perdido fuerza tras comprobarse que los dos pasajeros que embarcaron con pasaportes robados querían emigrar a Europa y no tenían vínculos con el terrorismo.