Isapres sobre integración vertical: "¿Dónde está el negocio?"

El presidente de la Asociación de Isapres de Chile, Hernán Doren, manifestó inquietud ante los anuncios de una futura reforma a la salud que pretende llevar adelante el Gobierno de Michelle Bachelet y que, indicó podría ser "un nuevo Transantiago".

En una entrevista con el diario La Tercera, Doren afirmó que lo primero que hay que tener claro es si "vamos a diseñar un plan para que la mayor cantidad de personas del país pueda tener acceso a salud privada o lo vamos a reducir a una élite".

"Es necesario definir claramente un sistema que permita que el incremento en los costos de la salud sea reconocido explícitamente para poder adecuarlos. Sino va a ocurrir como el Transantiago, donde el Fisco debió ponerse año tras año con cuantiosos recursos para compensar los gastos (...) Si la reforma de la salud no se hace bien, vamos directo a un Transalud", advirtió.

"Ética"

Doren también respondió a los dichos de la ministra de Salud, Helia Molina, quien puso en duda la utilidad del IPC de la Salud debido a la "integración vertical", donde "al final, quienes suben los costos de los exámenes son los mismos que después aplican las alzas del IPC en los planes".

"El responsable de definir qué prestaciones se debe realizar al paciente es el médico. No las isapres. Me parece grave la acusación que se está haciendo. Aquí se está diciendo que los médicos no tienen ética y que hay alguien que los presiona y ellos aceptan esa presión y, por lo tanto, hacen más exámenes y más consultas de las necesarias. Yo no me hago cargo de eso", dijo.

El ejecutivo aseguró que "es ilógico" pensar que por el hecho de que exista un vínculo entre una isapre y una clínica privada a través de un mismo holding haya "incentivos" para subir los precios de las prestaciones .

"Resulta que la lógica comercial de ganar más plata, de lo cual nos acusan, se destruye ante un argumento de estas características. El dueño de un asegurador y prestador, si hace menos prestaciones que las necesarias para el paciente, ese paciente va a seguir enfermo, no se va a mejorar y va a gastar más en él. Si resulta que el prestador induce mayores prestaciones que las necesarias, resulta que gana en bruto un 10 por ciento promedio y pierde 70 por ciento por el lado de los seguros. ¿Dónde está el negocio?", señaló.