Abogada de DDHH Carmen Hertz denunció "brutal" censura de El Mercurio

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Autor: Cooperativa.cl

El diario rechazó publicar un obituario por su marido, Carlos Berger, asesinado por la Caravana de la Muerte.

"Es un agravio a la sociedad, siguen justificando el exterminio", alegó en Cooperativa.

 UPI

Hertz despedirá a su esposo en "un acto de memoria colectiva" el domingo en el Cementerio General.

La abogada de derechos humanos Carmen Hertz calificó como "preocupante" la "censura" ejercida por el diario El Mercurio al obituario que intentó publicar su familia convocando a una ceremonia fúnebre en memoria de su esposo, Carlos Berger, asesinado en Calama por la "Caravana de la Muerte" en 1973.

"Ése episodio le ocurrió al hermano de Carlos y a su hija, que concurrieron a la agencia de calle Bandera de El Mercurio, llenaron un formulario tipo, pusieron el texto del obituario (...) que señalaba que Carlos había sido asesinado hace 40 años en dictadura e identificado 40 años después, llamando a la ceremonia fúnebre. (Esto) fue tarjado por un funcionario", relató a Cooperativa.

Tras el incidente su sobrina, Flavia Berger, "le sacó una foto a la censura, al texto tarjado" y la publicó en Twitter, causando "un revuelo impresionante y una repulsa generalizada", explicó.

Largo camino

Hertz recordó que su esposo "junto con otros 25 presos políticos fue asesinado en las afueras de Calama el 19 de octubre de 1973. Fue sacado de la cárcel por la comitiva que encabezaba el general Sergio Arellano Stark y después de la masacre –porque ni siquiera tuvieron el privilegio de ser fusilados, fueron tirados a una fosa clandestina que fue removida el año 74 por órdenes del alto mando de Antofagasta y Calama, (acto) encubierto como 'maniobras militares'".

Los soldados "sacaron los cuerpos, los ensacaron, los llevaron a un helicóptero en el aeropuerto de Calama y fueron tirados al mar a la altura de Tocopilla (...) Lo que se les cayó a quienes removieron los cuerpos, que fueron fragmentos que cayeron de la retroexcavadora, fueron encontrados muchos años después, el año 1992, por familiares de las víctimas de Calama, por las mujeres de Calama, que desde el primer instante empezaron a buscar en el desierto la fosa clandestina; por eso se hizo la remoción el año 74, porque estaban probablemente cerca de descubrirla", relató.

 

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La "corrección" de El Mercurio al texto de la familia de Carlos Berger.

 

Dichos "pequeños huesos" no pudieron ser identificados en la época, a comienzos de los '90. Ello sólo se logró hacia fines de la década del 2000 en un laboratorio de antropología forense en Sarajevo y se confirmó con otro peritaje en Austria. Así, recién en enero de este año el Servicio Médico Legal confirmó a los familiares la identidad de seis víctimas, "entre ellos Carlos Berger, mi marido. En su caso fue por un hueso de la muñeca izquierda".

Aquéllos son los restos que serán sepultados en la ceremonia del domingo a la que convocaba el obituario, explicó.

"Un agravio a la sociedad"

La abogada Hertz explicó que tras el incidente con sus familiares desde el medio no le ofrecieron disculpas, pero la llamaron para solicitar "antecedentes y sacar una nota al día siguiente acerca de la sepultación, y efectivamente salió una nota pequeña".

Sin embargo, aquí "nuevamente hay una forma de censura, porque dice que Carlos Berger 'murió el 19 de octubre del 73'... Es otra forma de censura, es como si hubiera muerto en un accidente, una enfermedad o un infarto".

"Esto no es un agravio a nosotros, es un agravio a la sociedad, porque no es posible que un medio de comunicación como el diario El Mercurio –el más antiguo del país- discrimine el lenguaje que tú colocas en un obituario, sobre todo cuando dice relación con uno de los hechos más traumáticos que le han ocurrido a Chile, como fue el exterminio en época de dictadura", dijo Hertz a Una Nueva Mañana.

 

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Carmen Hertz dice que en la nota posterior al tarjado del texto el diario volvió a censurar.

 

"Es como si en Alemania un familiar de una víctima del holocausto quiere colocar algo y le tarjan la palabra holocausto. Eso llega a pasar y ese diario va al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo con una sanción bárbara; sería impensable que lo hicieran y esto es equivalente", argumentó.

"¿Por qué es grave? Porque significa que aquél sector de la sociedad que está representando el diario El Mercurio, que justificó el exterminio, que lo aplaudió y que en algunas ocasiones lo propició, sigue pensando lo mismo: lo justifican, no quieren decir que Carlos Berger fue asesinado por la comitiva de Arellano Stark y no quieren publicar esa palabra, entonces es preocupante, porque eso nos afecta como sociedad y evidentemente es una coacción brutal a la libertad de expresión", manifestó.

Memoria y justicia

El acto fúnebre se efectuará al mediodía del domingo en el Memorial de los Detenidos Desaparecidos en el Cementerio General. Será un "homenaje a Carlos y través de él a todos", explicó Carmen Hertz.

"Yo nunca he sentido que esto es sólo un caso personal; es algo colectivo, que nos afectó a todo un sector de la sociedad que fue perseguido (...) El domingo, además de ser una ceremonia fúnebre, va a ser un ejercicio de memoria colectivo. Ése es el sentido que tiene", sostuvo la abogada, quien resaltó que la búsqueda de justicia en derechos humanos, después de 40 años, sigue siendo "fundamental".

 

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Carlos Berger Guralnik era militante comunista, periodista y abogado. Al momento de su secuestro se desempeñaba como director de la Radio El Loa.

 

"La justicia es la principal fuente de la memoria" y "no están viejos sólo los perpetradores. Los familiares también están viejos y se están muriendo sin justicia y eso es muy brutal", dijo.

"En Chile hay más de 800 agentes del Estado procesados, condenados no hay más de 70 y cumpliendo prisión efectiva son un puñado; son los criminales de la DINA, las cúpulas. Ésa es la realidad de la justicia en Chile. Acá nos les ha salido ni por curados; si hubieran cometido una infracción al tránsito habrían tenido penas mayores que por cometer crímenes de lesa humanidad", pero "aunque a la cárcel probablemente no van a llegar, la justicia es importante" y "reparadora en términos personales", señaló.