Música chilena: Al otro lado de los sellos multinacionales
En el tiempo de las descargas digitales y los servicios en línea, músicos criollos apuestan por la creación de sellos independientes.
Buscan por alejarse de los modelos de negocio de las grandes multinacionales.
¿Cuáles son los beneficios? ¿Cómo se mueve hoy este negocio en el país?
El nacimiento de sellos independientes ha hecho surgir a la industria chilena más que en ningún período anterior.
Tras la arremetida en mayo pasado de Chilevisión Música, ahora es el turno de "Músico independiente", un nuevo sello discográfico nacional ideado por el compositor Angelo Pierattini, en conjunto con la banda BBS Paranoicos, que está operativo de manera oficial a partir del pasado viernes 4 de julio.
Una apuesta que llega a revitalizar el género del rock nacional y una industria dominada a nivel mundial por los servicios en línea y las descargas online, más que por la venta de discos físicos de solistas o agrupaciones. A años luz de lo que ocurría en los ochenta, noventa o principios de los 2000.
Y es que a diferencia de lo que pasaba hace algunas décadas, los grandes sellos multinacionales dejaron de estar al servicio de la música chilena y viceversa. Si antes ser parte de las filas de Sony, Universal o Warner era una de las grandes metas de los artistas locales, hoy el panorama es totalmente distinto.
El nacimiento de sellos independientes, convertidos muchas veces en colectivos musicales comandados por los mismos músicos aburridos de cómo se mueven los medios y los sellos tradicionales, ha hecho surgir a la industria chilena más que en ningún período anterior. Hay artistas para todos los gustos y su nivel es tema obligado de conversación en el exterior.
También hay promotores y distribuidores independientes. De la mano de la autogestión y las nuevas formas de generar ingresos, pero respaldados bajo sellos como Quemasucabeza, La Makinita, Algo Records o Sello Cazador, artistas locales han logrado expandirse al extranjero. Lo que viene después es conocido. Giras, premios y seguidores.
"Los siete discos más vendidos de la historia se publicaron entre el año 77 y el año 82, lo que da cuenta que ese fue el peak comercial, ese fue el momento en que la industria del disco era un negocio rentable. De ahí en más lo que ha habido es una suerte de modificación de los hábitos de consumo y también de las tecnologías, lo que ha hecho que los músicos chilenos tampoco estén ajenos a la lógica de la autopromoción y de la independencia", dice el periodista, columnista y crítico de música Mauricio Jürgensen.
Los beneficios
"En este minuto hay muchos sellos chilenos que están funcionando muy bien, que están mezclando el tema físico con el digital, y que hacen un trabajo mucho más personalizado que los sellos grandes o, por lo menos, los sellos grandes de la última época", explica Sebastián Milos, creador de la plataforma online Portal Disc, que tiene un promedio de 5 mil discos chilenos a la venta.
Para Angelo Pierattini "Chile se caracteriza por una muy buena gestión de sellos independientes". Por lo mismo, el músico nacional proyecta su Sello Músico Independiente, una nueva plataforma que se viene gestando desde el verano.
"Hoy en día para participar de cualquier tipo de evento a nivel nacional, para participar también de la feria Pulsar, uno tiene que tener una militancia en algún sello formalizado. Es raro porque en Chile somos puros músicos que nos juntamos unos a otros y conformamos este tipo de empresas para poder mover nuestros discos, para tener contratos".
"Nosotros (Sello Músico independiente), por ejemplo, tenemos un contrato vigente con Altafonte, que es una distribuidora digital a nivel mundial que tiene más de 200 plataformas digitales, donde tú puedes vender tus discos. También tenemos un trato con un portal que se llama Suenafuerte.cl, que es un portal que vende discos casa por casa", agrega.
Con las nuevas formas de difusión, los artistas están más cerca de la retribución de ventas y descargas. Mucho más que antes. "Somos nosotros mismos los que manejamos los sellos independientes y tenemos la libertad de poder editar nuestros discos en cualquier parte del mundo, con otros sellos independientes de otros lugares sin pedir ningún tipo de permiso. Eso también es un beneficio. Tú eres dueño de tu propia carrera".
Así como muchos artistas apuestan por sellos independientes que puedan ayudarlos a difundir de mejor manera sus carreras, hay otros nuevos talentos nacionales que aún no sienten la necesidad de trabajar junto a una compañía. La clave está, como dice Pierattini, en tener el control y hacer lo que se desee, sin presiones o compromisos externos.
"En el tema de la difusión, de llevarlo a las radios, en el tema de moverse, claramente la manito de un sello es súper buena. Te alivia mucha carga y todo, pero no es algo que si no lo tienes no lo puedes lograr. No es algo imposible, para nada. Cuesta más, lo haces de otra manera, llegas de otra manera, buscas otras puertas, tocas muchas puertas. Pero no es algo que no se pueda lograr", opina Jazmín, cantautora nacional de origen argentino con dos discos editados de forma independiente.
Sin desarrollo multinacional
Los grandes sellos multinacionales han quedado atrás en lo que a desarrollo de música nacional se refiere. De los tres grandes que operan en el país sólo Warner Music y Sony Music tienen en sus catálogos a artistas chilenos. Eso sí, ya no trabajan bajo la lógica de desarrollar artistas o proyectos.
Mientras la discografía de Los Jaivas y Chancho en Piedra está en las filas de Sony, es Warner quien trabaja con Beto Cuevas, Koko Stambuk y La Ley. Son los chilenos que están al otro lado de la industria. El resto trabaja de manera independiente o con un sello que opera bajo esas mismas características.
"No es un tema de plata o costo de oportunidades. Se fue cerrando el mercado al tema del desarrollo discográfico de artistas locales. Sabemos que hay mucho desarrollo en el tema artístico, que hay muchas bandas nuevas y solistas también. Pero para ellos también el área discográfica fue bajando rotundamente y la venta de discos, que es nuestro negocio, no ha tenido el desarrollo que uno espera", apunta Daniel Henríquez, el gerente Special Marketing de Sony Music.
"Chile a nivel mundial es una plaza muy chica. A ellos no les interesa mucho el flujo de ventas que hay en Chile. Como la industria física antigua empezó a bajar el nivel de ventas, ellos solamente se están preocupando de las grandes plazas de venta de discos", afirma Pierattini.
En Universal el panorama es distinto. Si bien no tienen un departamento de desarrollo de artistas chilenos emergentes ni tampoco trabajan con otros ya consolidados, esto no se debe a una decisión estratégica del sello, "si no que a la caducidad de contratos con los artistas chilenos con los que estábamos", dice Andrés Valdivia, el Label Manager Latino de Universal, en referencia a lo que pasó con Los Bunkers, por ejemplo, que emigraron a Evolución Records.
Valdivia tampoco descarta la posibilidad de que el sello se abra a la música chilena en un futuro. "Creo que, sin duda, es algo que a futuro nos encantaría hacer. Quizás no en una estructura antigua o más clásica como lo era la industria chilena musical en los noventa, si no más digital o algo más actualizado a las formas de venta de la música hoy en día".
Más allá de que las grandes compañías discográficas no tengan amplios catálogos nacionales, Daniel Henríquez apunta a que "ahora la producción independiente de sellos es muy fuerte. Este vacío que hemos dejado, ha sido llenado bastante bien por producciones locales".
Nuevas plataformas
Lejos de pensar en un debilitamiento de la industria musical a raíz del fin del sello Oveja Negra, la quiebra de Feria Mix y Feria Music - la gran fuente de difusión para los artistas locales durante más de cinco décadas- o la menor venta de discos físicos, situaciones como las descritas han dado paso a la creación de nuevos servicios y plataformas a través de las cuales los músicos pueden acceder a ganancias.
"Las ganancias se generan por diferentes lugares: derechos de autor, eso quiere decir por emisión en radio y televisión de los singles, los shows en vivo. En los shows en vivo, en Chile por lo menos, hay una gran venta de discos físicos también. Sumémosle a eso las plataformas digitales como Spotify, iTunes, Portal Disc, Deezer, Google Play, donde tú puedes vender desde un tema a un disco completo. Al escuchar música vía streaming también caen algunas lucas. Lo otro es monetizar Youtube", cuenta Angelo Pierattini.
Según el último informe de la IFPI (Federación Internacional de la Industria Fonográfica) el mercado digital representó el año pasado el 39 por ciento del total de los ingresos discográficos. Chile, de hecho, es uno de los 15 países con mayor crecimiento por ingresos digitales con un 221 por ciento, de acuerdo a cifras reveladas por la plataforma Deezer.
"Yo creo que ahora se ha diversificado este dinero que antes estaba solamente en el disco. Ahora es una acción mucho más dinámica que la que existía antes", agrega Pierattini.
"El nacimiento de plataformas como Portal Disc ha contribuído a un cambio en la cultura de cómo se obtiene la música. También ha coincidido con el cierre de Feria Mix y algunas disquerías. De alguna manera, el sistema ha ido mutando. En cambio, la necesidad de música se ha mantenido. Incluso ha aumentado porque como se ha facilitado el tema de cómo obtenerla, mucha gente también ha estado empezando a comprar música de una manera diferente, pero de una forma más recurrente", dice el creador de Portal Disc, Sebastián Milos. "Desde ya hace unos cinco o diez años ninguno de los sellos grandes ha apostado por la escena local, cosa que igual es un poco terrible, pero también ha ido dando paso a estos nuevos actores".