La deuda del Estado de Chile tras la pobreza infantil
Uno de cada cuatro niños y adolescentes vive bajo la línea de la pobreza en Chile.
Benito Baranda, de América Solidaria, apeló a la necesidad de mayor inclusión.
La pobreza es mayor entre los niños que en general en la población chilena.
El segundo informe del Observatorio Niñez y Adolescencia, dado a conocer esta semana, mostró que uno de cada cuatro menores de 18 años en Chile vive bajo la línea de la pobreza.
El 22,8 por ciento de niños, niñas y adolescentes pobres -4,5 por ciento de ellos en calidad de indigente- se compara con el 14 por ciento de personas a nivel nacional que se encuentra en esta situación.
Según explica Leonardo Moreno, director ejecutivo de la Fundación Para la Superación de la Pobreza, esta realidad obedece a que el número de "personas que dependen de los ingresos de una persona son más cuando hay niños y adolescentes en el hogar".
"Esto tiende a agravarse en los hogares más pobres, porque (por ejemplo) trabaja uno solo de los padres, (o) porque solo hay un padre. A esto se suma que efectivamente los hogares más pobres tienen un porcentaje mayor –(aunque) no demasiado mayor- de cantidad de niños", dice Moreno.
El presidente ejecutivo de la Fundación América Solidaria, Benito Baranda, apunta a la falta de políticas focalizadas en la protección de la infancia pero, por sobre todo, a la realidad de la exclusión social en Chile, que constata en tres ámbitos principales.
"Uno de ellos es lo educacional; segundo es cómo viven esas familias: si están incluidas o no socialmente... Salió hace poquito un estudio de la Universidad Católica que demuestra que muchas de estas familias se sienten muy excluidas, porque han sido llevadas a vivir a la periferia de las ciudades", explicó Baranda.
"Lo tercero es la inclusión del empleo", indicó el ex director del Hogar de Cristo, quien pidió "que pronto venga una reforma laboral que permita que las personas que trabajan logren salir de la pobreza".
Institucionalidad "en pañales"
En la Comisión de Superación de la Pobreza y Desarrollo Social de la Cámara de Diputados ya analizan las conclusiones del estudio y esperan poder plasmar sus reflexiones en la Ley de Garantías de Derechos de la Niñez.
"Tenemos una institucionalidad en que muchas de las áreas que se preocupan de la infancia están todavía muy en pañales", admite la diputada Clemira Pacheco (PS), presidenta de la instancia.
Más explícita fue la directora del Consejo Nacional de la Infancia, Estela Ortiz, quien reconoce que son el Gobierno y el Estado los encargados de garantizar que los niños puedan potenciar su desarrollo.
"Es un tema que tenemos que enfrentar no sólo mirado desde la protección, sino desde cómo aquellos niños que nacen con toda la potencialidad -igual que un niño que nace en una clínica- cómo el Gobierno y el Estado a través de sus políticas garantizan que ese niño pueda potenciar su desarrollo", dijo Ortiz.