La discusión abierta sobre el modelo de concesiones hospitalarias
El paro en el Hospital del Salvador cumple 25 días y se prepara una movilización nacional.
Los defensores y detractores del sistema oponen sus argumentos bajo consideraciones técnicas, económicas y sanitarias.
La mesa de diálogo sobre el caso del Hospital del Salvador no muestra perspectivas de acuerdo, y en los últimos días se han radicalizado las manifestaciones.
Veinticinco días cumple este viernes el paro de los funcionarios del Hospital del Salvador, ubicado en Providencia, y las perspectivas de término de la movilización se ven lejanas.
"El movimiento se mantiene y sigue más fuerte que nunca", dijeron el jueves los dirigentes tras culminar sin acuerdo el diálogo sostenido con representantes de los ministerios de Salud y Obras Públicas y diputados de la comisión investigadora de las concesiones hospitalarias.
El Gobierno rechazó revocar la concesión de la construcción del nuevo Hospital Salvador Geriátrico al argumentar que hacerlo implicaría para el Estado pagar una indemnización de 60 mil millones de pesos (2,5 millones de UF).
Ad portas de retomar, a las 15:00 horas de hoy, las conversaciones con las autoridades, la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats) convocó para esta mañana a una conferencia de prensa en la que va a llamar a un "paro nacional ascendente" en los distintos hospitales del país "en rechazo al modelo de concesiones", con foco en los casos del Hospital del Salvador y Félix Bulnes.
Los sectores que se oponen a este sistema señalan que construir con un privado le cuesta al Estado 2,7 veces más caro que hacerlo con fondos públicos, pues se cancela a crédito y en cuotas. Ponen también por delante consideraciones políticas -el "fortalecimiento de la salud pública"- y sanitarias.
Matías Goyenechea, director de la Fundación Creando Salud, pone como ejemplo lo que ha sucedido en otros países con este modelo, "sobre todo el caso inglés, que tiene 15 años de seguimiento, donde se ha generado una merma en la calidad y una desprofesionalización de la atención, que se ve graficada en la alta tasa de rehospitalizaciones que tienen estos centros asistenciales".
"Eso tiene un impacto incluso en la mortalidad de los pacientes", advierte Goyenechea.
La defensa
Quienes, en cambio, defienden este modelo, aseguran que la concesionaria no se mezcla con el trabajo sanitario en la etapa de operación de los hospitales, pues se ocupa sólo de la administración de lo no clínico, como la alimentación y el mobiliario.
"Los hospitales públicos también licitan estos servicios, que en este caso estarían en manos de los concesionarios, que son los no médicos. En definitiva, lo que necesitamos en Chile es que los médicos estén preocupados de lo que saben hacer mejor, que es atender a los pacientes", dice Lucas Palacios, ex subsecretario de Obras Públicas del Gobierno de Sebastián Piñera.
"El privado queda circunscrito y focalizado sólo a proveer los servicios de mantenimiento, reposición de la infraestructura y el equipamiento hospitalario. No hay una relación de atención directa de privado hacia el paciente", afirma Carlos Fuenzalida, representante de la Cámara Chilena de la Construcción.
Esperar con "paciencia"
Desde una mirada intermedia, el ex ministro de Salud de la Concertación Jorge Jiménez de la Jara (DC) cree que Chile debe darse el tiempo para "experimentar" con este modelo, con la mirada puesta en la población.
"El caso del Hospital del Salvador es dramático, porque llevamos casi 30 años discutiendo cómo vamos a hacer el nuevo hospital", advierte.
"Yo creo que no hay ninguna experiencia definitiva y hay que darse el tiempo para experimentar. Un hospital demora cinco años en planificarse, cinco años en construirse y otros cinco años en desarrollar su primera etapa. Estamos hablando de 10 ó 15 años, por lo menos, para poder tener un juicio acabado. Eso no se está dando y debemos tener paciencia", señala el ex secretario de Estado.