Documental sobre la conservación de los océanos apela más a la emoción que a la mente
La película trata de la vida de Sylvia Earle, oceanógrafa que ha luchado gran parte de su vida por la protección de los mares.
El documental es exclusivo de Netflix y se podrá ver desde el 15 de agosto.
Sylvia Earle conoce de cerca la vida marina que intenta proteger.
"Mission Blue" es a partes iguales biografía y un llamado a la acción. Los espectadores son llevados a través de la vida de Sylvia Earle, un referente en el alegato para que las personas y los gobiernos hagan más para proteger los océanos del mundo. Ella está especialmente bien posicionada para tomar dicha bandera: Earle ha pasado más de siete mil horas investigando bajo el agua y una vez dirigió la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA). Renunció tras dos años en el puesto, citando frustraciones con el papeleo y exceso de burocracia. "Era sofocante", dice a la cámara en una escena del documental. "Se me pidió que no hablara en esa ocasión". En "Mission Blue" y en su trabajo independiente desde entonces, Earle puede permitirse ser tanto abogado como científico.
Robert Nixon y Fisher Stevens fueron los directores de la película. Stevens - productor de "The Cove", el aclamado documental sobre la pesca de delfines en Japón – conoce a Earle personalmente y sirve como narrador ocasional. Otros expertos opinan sobre la degradación a la que se enfrentan nuestros océanos, el más efectivo de los cuales es Jeremy Jackson. Es fácil imaginar que un documental centrado en él en lugar de Earle sería más densamente informativo. En alrededor de un minuto, Jackson expone como el extendido uso de fertilizantes en algunos estados del norte de los EE.UU. (donde se cultiva cerca de un tercio del maíz del mundo) crea una zona muerta para la vida en el Golfo de México, cientos de kilómetros por el curso del Mississippi. Eso parece digno de un documental en sí mismo, pero la narración se mueve rápidamente, dejando atrás algunos de los materiales más concretos y preocupantes que enuncia la película.
En lugar de eso, "Mission Blue" está compuesta principalmente por dos tipos de escenas: cabezas parlantes que llevan un mensaje valioso y los días pasados en la vida de Sylvia Earle. En la primera mitad de la película, sobre todo, los dos tópicos parecen convivir al azar, como el resultado de dos barajas de cartas convertidas en una sola.
Pero si perdemos un valioso sentido de alarma siguiendo a Earle, también ganamos mucho a través de la exposición a su pasión calma y su trabajo incansable. La observamos de gira por el mundo, hablando en programas de entrevistas y detrás de varios atriles. También vemos una foto de ella al graduarse de la universidad; aletas y un par de gafas asoman por debajo de su toga y birrete.
El océano ha sufrido muchos cambios desde entonces y Earle ha sido testigo de primera mano. Hablando con Cooperativa, la oceanógrafa dijo que el documental es "sobre el océano, conmigo como testigo. Porque ha habido más cambios durante mi vida que en toda la historia humana anterior, tanto en términos de lo que sabemos, lo que hemos aprendido y lo que hemos perdido. Eso es una gran declaración, pero se puede respaldar con pruebas". En 1947, sólo había una plataforma petrolera en el Golfo de México. Ahora hay más de 30.000. Ya no está entre ellas la plataforma Deepwater Horizon, que estalló en abril de 2010 y dio lugar al mayor derrame de petróleo en alta mar en la historia de Estados Unidos. Por otro lado, los océanos sobreexplotados hoy tienen un 5 por ciento de la población de atún rojo del Pacífico, como lo hicieron en 1950. Con los tiburones, la cifra es del 10 por ciento.
"Mission Blue" también toca aspectos de la carrera de Sylvia Earle relevantes para el feminismo. "La vida siempre ha sido un acto de equilibrio, si se quiere", dice acerca de ser un oceanógrafo, así como también madre y esposa. En 1964 se fue de Estados Unidos por primera vez, en una expedición de seis semanas por el Océano Índico ("Sylvia navega afuera con 70 hombres, pero espera que no haya problemas", decía entonces un titular del Mombasa Times). En sus siguientes pasos, Earle alcanzó el éxito ignorando los techos de cristal de una industria dominada por los hombres y no deliberadamente buscándolos. "No se me ocurrió que las mujeres no aplican", dice sobre su inclusión exitosa en otra expedición. Pero estos viajes pusieron presión sobre el primer matrimonio de Earle, explica. "Y tal vez era inevitable, nos caímos a pedazos".
Por último, "Mission Blue" no sólo activa la alarma; ofrece una solución. La organización de Earle, también llamada "Mission Blue", está presionando para que las aguas sean protegidas de la misma manera que los parques nacionales lo son hoy. Earle espera que el 20 por ciento de los océanos del mundo sea puesto fuera de los límites a la pesca comercial en 2.020, frente al 3 por ciento que lo está en la actualidad.
El Presidente de Estados Unidos Barack Obama propuso recientemente ampliar la cantidad de aguas protegidas en el Océano Pacífico a una superficie de más de 2 millones de kilómetros. Earle califica eso como "un paso valiente, teniendo en cuenta lo poco que se ha hecho en todas partes del mundo, pero al mismo tiempo ... es sólo un paso. Mientras tanto, el presidente de Palau, el presidente de Kiribati, el presidente de las Islas Cook, estos líderes de las pequeñas naciones insulares están empezando a entender que sus mayores activos son de color azul. Tienen jurisdicción en un área mucho más grande que su masa de tierra, que es el caso de Chile también".
El documental "Mission Blue" se liberará en Netflix el próximo 15 de agosto.
Revisa la entrevista completa con Sylvia Earle aquí.