Papa Francisco llamó a los jóvenes a construir una Iglesia "humilde" y "misionera"
El pontífice pidió "servir a los pobres, los solitarios, los enfermos y los marginados".
Mañana termina su visita de cinco días a Corea del Sur.
Francisco sostuvo un multitudinario encuentro con jóvenes católicos asiáticos.
El papa Francisco pidió construir una Iglesia católica más "humilde" y "misionera" al encabezar, en la fortaleza de Haemi, al oeste de Corea del Sur, una multitudinaria misa de encuentro de los jóvenes católicos de Asia.
"Junto a vuestros obispos y sacerdotes, dediquen estos años a construir una Iglesia más misionera, más humilde y más sagrada", dijo el pontífice en una homilía ante los 6.000 jóvenes de 23 países de toda Asia que asistieron a la VI Jornada de la Juventud de Asia (JJA).
El papa expresó su deseo de edificar "una Iglesia que ama y adora a Dios, tratando de servir a los pobres, los solitarios, los enfermos y los marginados".
También aludió al lema de esta edición de las JJA -"¡Despertad!"- al instar a los jóvenes a estar alerta ante "las presiones, las tentaciones y los pecados propios", y también los invitó a discernir "los aspectos de la vida contemporánea que son pecaminosos, corruptos y conducen a la muerte".
La misa de clausura de la JJA de 2014 contó con la presencia de 45.000 personas en total, entre los jóvenes venidos de toda Asia y los feligreses surcoreanos que se unieron a la celebración.
La ceremonia tuvo lugar junto a la fortaleza de Haemi, unos 150 kilómetros al sur de Seúl, donde en el siglo XIX fueron ejecutados miles de mártires católicos.
Tras la intervención en inglés de Jorge Mario Bergoglio algunos representantes de los jóvenes tomaron la palabra en vietnamita, indonesio, japonés, hindi o coreano.
El pasado viernes Francisco tuvo su primer encuentro con los jóvenes de la JJA en el Santuario de Solmoe, al oeste del país, donde ofreció un discurso y respondió a las preguntas de los asistentes en una ceremonia amenizada por actuaciones musicales.
La Jornada de la Juventud Asiática, que ha durado cinco días en total, es el equivalente de Asia de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y se celebró por primera vez en 1999 en Tailandia con el objetivo de conectar a los jóvenes católicos del continente, que cuenta con unos 137 millones de fieles.
El viaje de Bergoglio a Corea del Sur, que comenzó el jueves y finalizará mañana, se considera histórico al ser el primero en 25 años de un papa a este país que alberga a 5,4 millones de fieles de esta religión.